Es imposible pedirle a la sociedad, al pueblo de México que tenga confianza, que crea en lo que oficialmente reportan. Apenas hace 78 horas que el gobernador del Banco de México anunció con bombo y platillos y se había logrado estabilidad cambiaria y no pasaron ni dos días cuando de nuevo el peso sufrió otra fuerte devaluación llegando a costar hasta 15.15 pesos por billete verde. El desajuste ha llegado a tal grado que las operaciones de compra venta varían entre las que se realizan en la zona Norte, las de la zona Centro y las del Sur. Se reportó que la cotización más baja se encontró en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, sin embargo ésta duro un par de horas y posteriormente se igualó a la más alta dentro del mercado cambiario bancario.
El antecedente a esta alza se tiene en el 2009, cuando un 9 de marzo la cotización alcanzó los 15.69 pesos por un dólar. Por si fuera poco, los precios del petróleo siguen en picada y se presenta una alta volatilidad en los mercados accionarios internacionales. Pero el descontrol al interior es muy marcado ya que en Tamaulipas el dólar se vendió en 14 pesos con 80 centavos; en Chihuahua, 14.95; en Sonora, 14.60; en el AICM, 13.95 durante dos horas para cerrar en 15.15.Cada uno de estos indicadores son la más clara señal de que tendremos un 2015 muy difícil, más aún cuando se informa que la desaceleración en toda América Latina provocará que no se generen empleos.
Ante este panorama se sabe que los inversionistas se desprenden de sus activos en riesgo y buscan refugio en activos seguros como el dólar. En cuanto al Euro, en ventanilla bancaria se vende en 18 pesos 998 centavos. De nueva cuenta surgen los argumentos que advierten que la inseguridad ha afectado el renglón de las inversiones, como también el del turismo ya que como era de esperarse el Puerto de Acapulco continúa en un periodo de deterioro. Vaticinan que el mayor riesgo en los próximos 6 y 12 meses para la economía de las regiones es que se presente un deterioro adicional en la seguridad pública que incida en las expectativas de los agentes económicos.
Al cierre de estas líneas no se contaba con un pronunciamiento oficial sobre esta etapa que viene a sumarse al desaliento que manifiestan organizaciones como la Internacional del Trabajo en relación a la creación de empleos. Se enmarca de nuevo que México se encuentra en la parte más baja en cuanto al salario mínimo de subsistencia, pues el que se otorga apenas alcanza a cubrir el 40 por ciento de la media en América Latina. Según Elizabeth Tinoco, directora general de la OIT, se hace un llamado de alerta “para la reflexión no sólo sea en el ámbito laboral y en generación de empleo, sino para que se mejore la estrategia en la región, un llamado a una mayor diversificación productiva en sectores que generen más empleo”.
Thomas Wissing, representante de la OIT para México y Cuba sostiene que los salarios mínimos no han crecido desde el 2000 y de esa manera se ha creado una fuerte pérdida del poder adquisitivo, “habrá que esperar la discusión que se da en torno al incremento a estos sueldos”. Si en lo que son sumas, restas, análisis, proyecciones, estrategias que van sustentadas con números sobre un papel que todo lo aguanta se presentan datos y cuentas alegres que la realidad se encarga de desmentir y desnudar, ¿cómo podemos esperar que se pueda tener confianza en los renglones en donde solo interviene el elemento humano, que pueden manipularse escenarios, que se alteran declaraciones, que se fabrican culpables?
Fuente: Revolución 3.0
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