A pesar de estar en medio de escándalos de corrupción, la obra no ha sido detenida
La empresa constructora es la misma que estuvo a cargo de la llamada “casa blanca”, cuyo costo millonario hizo que el presidente pidiera disculpas públicas
La construcción del hangar para el nuevo avión del presidente estuvo rodeada de caos y compadrazgo, ya que estuvo a cargo de dos empresas cercanas al presidente Enrique Peña Nieto, donde la compañía SGS de México fue la encargada de realizar el diseño junto con el despacho Bunker Arquitectura.
Esta empresa también fue contratada para supervisar a la española OHL durante la construcción del Viaducto Bicentenario en el tiempo que Peña Nieto fue gobernador del Estado de México.
Concretos y Obra Civil del Pacífico fue la compañía ganadora de la licitación para la construcción del nuevo hangar, la cual es propiedad de Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño de Grupo Higa, el mismo que construyó la “casa blanca” para el presidente Peña Nieto.
Durante los 18 meses de trabajos, ambas empresas cometieron diferentes errores, como tener un mal diseño, una mala ejecución de los trabajos, retrasos en la entrega de planos y de la construcción, según documentos oficiales en poder del equipo de investigadores del portal Aristegui Noticias.
Estas fallas se originaron gracias al aplazamiento de la ejecución de obra, la modificación del proyecto original y el incremento en el costo, el cual se elevó un 70 por ciento, llegando a los mil 182 millones de pesos.
Cabe señalar que este hangar se construyó para albergar el nuevo avión presidencial, un Dreamliner 787, el cual tuvo un costo de 218.7 millones de dólares, dinero con el cual se podrían pavimentar las 570 carreteras municipales de Oaxaca.
Además, la empresa propiedad de Grupo Higa comenzó con los trabajos del hangar a pesar de que no conocía a fondo el proyecto y con planos y materiales que cambiaban de último momento, por lo que tuvo que proponer modificar el proyecto para no tener que ser multada por retrasos en la obra.
Este no ha sido el único error de una de las compañías favoritas del presidente, ya que los planos enviados por SGS de México tenían inconsistencias o estaban incompletos, además, las estructuras habían sido modificadas o incluso había indicaciones que nadie entendía.
Sin embargo, la empresa no ha sido retirada de la obra a pesar de la incapacidad que ha mostrado, lo cual se suma a otro de los casos de corrupción más grandes dentro de la presidencia de Peña Nieto, que tampoco han sido castigados debido a una serie de justificaciones e incluso disculpas públicas.
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