Malova ha expuesto con orgullo las construcciones durante su administración
Pero estos proyectos han estado opacados por la corrupción
El desarrollo de obras públicas es uno de las áreas que más ha presumido el Gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez. Con orgullo, ha expuesto los megaproyectos que hizo, así como otras obras más sencillas.
A punto de dejar el poder, aseguró que cumplió con el 87.26% de las metas establecidas en el punto de Desarrollo Urbano del Plan Estatal de Desarrollo 2011-2016.
En su Sexto Informe de Gobierno que envió al Congreso del Estado el 15 de noviembre, Malova presentó al gasoducto Sinaloa-Sonora-Chihuahua; la presa Santa María; la remodelaciónde los puertos de Topolobampo y Mazatlán; la autopista Durango-Mazatlán; y el Centro Integralmente Planeado (CIP), Playa Espíritu en Teacapán, como las pruebas del desarrollo del estado durante su gestión.
Pero el gobernador no reportó que algunos de los megaproyectos están directamente relacionados con actos de corrupción: las licitaciones públicas que favorecieron a empresarios como Olegario Vázquez Raña e Hipólito Gerard Rivero, cuñado del expresidente Carlos Salinas de Gortari; y el empresario Mauricio Gastélum Hernández, en la sustitución de los hospitales de Contrato Público Privado en Culiacán y Mazatlán.
O el proyecto que hizo uno de sus padrinos políticos, Francisco Labastida Ochoa, exgobernador priista y excandidato a la Presidencia de la República en 2000, en la planta de amoniaco de Topolobampo.
Cabe mencionar también al Estadio de Béisbol de Culiacán que se construyó por la cercanía del mandatario estatal con dicho deporte; sin embargo, por esta obra se deben más de 100 millones de pesos a los contratistas.
Lee el reportaje completo en SinEmbargo
Sé parte de la conversación