Autoridades federales y locales no se ponen de acuerdo sobre quiénes debieron de intervenir primero en los incidentes violentos que la tarde del viernes se registraron en el Centro de Guadalajara.
A decir de especialistas en materia de seguridad, los disturbios evidenciaron las cadenas de corrupción que hay dentro y fuera del mercado San Juan de Dios, uno de los principales centros de contrabando y piratería en el occidente del país.
El operativo que desencadenó la violencia en el Mercado Libertad fue orquestado por elementos de la PGR desde la Ciudad de México y elementos de la Policía Federal Preventiva, quienes acudieron con los comerciantes ambulantes a decomisar la mercancía, que en su mayoría es de origen ilegal.
Entonces los ambulantes se enfrentaron a policías federales y estatales, agentes viales y bomberos. El saldo es de tres vehículos incendiados y una tienda Oxxo saqueada, además de 17 personas lesionadas.
Los vehículos quemados son una motocicleta de la Secretaría de Movilidad, un coche del diario Milenio y una camioneta del ayuntamiento donde se depositó parte de lo decomisado.
La violencia se desató durante casi dos horas, hasta que elementos antimotines de la Fiscalía Estatal lograron dispersar a los rijosos.
David Domínguez, líder de los ambulantes de San Juan de Dios, dijo que la respuesta fue producto de la prepotencia de las autoridades que llegaron señalando que le romperían la madre a cualquiera que intentara esconder sus productos.
El fiscal general del estado, Luis Carlos Nájera, anunció que se revisarán las cámaras de vigilancia para detener a las personas que participaron en los disturbios y saqueos.
Enviado por L. Cárdenas, el 1 de noviembre
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