Han pasado poco más de dos semanas desde que Teresa Romero ingresó en el hospital Carlos III, tras convertirse en la primera persona contagiada de ébola fuera de África. Dos semanas en las que, en más de una ocasión, los médicos han temido seriamente por su vida. Pero la prueba realizada hoy confirma la buena noticia que se venía gestando en las últimas jornadas: Romeroha superado la infección del virus del ébola.
La segunda prueba que se le ha realizado desde que dejó de recibir el tratamiento antiviral –que podría haber enmascarado la presencia del virus– no ha registrado la presencia de la enfermedad en su sangre, según han confirmado los médicos que atienden a la paciente.
El jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del hospital Carlos III, Juan Ramón Arribas, ha sido el encargado de anunciar “la cuarta PCR negativa” de Teresa Romero. Con esta nueva situación la mujer podrá abandonar la habitación de máxima seguridad biológica en la que se encuentra actualmente, porque esas prevenciones ya no son necesarias. Sin embargo, deberá seguir ingresada hasta que se recupere del cuadro clínico que le ha provocado la infección. “La recuperación completa de la salud puede demorarse unos días a pesar de que la infección ya esté curada”, ha explicado Arribas.
Las secuelas físicas que hubiera podido dejar el virus –aunque no se han mencionado siquiera apelando al deseo de la paciente de que no se divulgaran detalles de su convalecencia– se atenderán con “tratamientos específicos” ha explicado otro de los médicos presentes en la rueda de prensa, Fernando de la Calle.
“Me gustaría ser extraordinariamente prudente con la noticia de hoy, que es que se ha superado la infección. Porque la recuperación completa de la salud lleva tiempo”, ha asegurado el médico. “Los pacientes con ébola se pueden curar completamente y llevar una vida normal”, ha asegurado Arribas. Aunque no ha querido hablar de cómo y dónde se tratará a la paciente a partir de ahora. “Los detalles sobre la localización de la paciente pertenece a su intimidad, no puedo darlos”, ha esquivado.
No se sabe cuál fue la clave de la recuperación
En cuanto a cuál ha sido el tratamiento que surtió efecto en el organismo de Teresa Romero, el médico no ha querido dar datos, aunque sí aseguró que han compartido esta información con otros países europeos, ya que “es la primera vez en la historia que tratamos este tipo de casos”.
Ha destacado, sin embargo, la “fortaleza física y mental” como un requisito fundamental para la recuperación. No ha sido así de tajante sobre la efectividad de las medicinas que se le han suministrado. “Como hablamos de tratamientos experimentales no es posible saber si el suero hiperinmune o el Faripiravir han añadido eficacia al tratamiento que se le ha aplicado”, especificó Arribas.
Tampoco ha querido entrar al tema de que Romero se convierta en donante de suero para tratar a otros pacientes con ébola. “Nosotros no podemos confirmar la información de que la paciente vaya a ser donante. Es una estrategia de tratamiento que tiene mucho interés en este momento pero, de momento, no se ha comprobado su eficacia. En cualquier caso, la donación no se hace inmediatamente después de superar la infección”, ha explicado.
En cuanto a la polémica por la idoneidad de los trajes utilizados en la atención a los dos misioneros repatriados con ébola, Arribas ha sido ambiguo: “Hay un debate muy grande sobre el grado de protección que tiene que llevar el personal sanitario que atiende a personas con ébola”. Pero ha asegurado que no hubo falta de seguridad: “Los equipos de protección estaban por encima de lo recomendado en otros países para este tipo de pacientes”, ha afirmado.
Para que España sea declarada libre de ébola harán falta 42 días (dos veces el periodo de incubación de la enfermedad) desde el último caso. Es decir, si no se detecta ningún nuevo caso, este será un país oficialmente libre del virus el 2 de diciembre.
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