El escritor asegura que pesar de sus viajes siempre vuelve a “este extraño deporte extremo que es ser mexicano
“Hay un diálogo con mi país que por supuesto es un diálogo crítico, una puesta en duda de la identidad”, dice
El escritor mexicano Juan Villoro ha descrito la realidad actual de nuestro país como “Uno de los peores momentos” que está viviendo México, por la enorme violencia existente.
En entrevista con la agencia de noticias dpa, el escritor comparte algunas reflexiones de cara a su cumpleaños número 60.
Villoro asegura que ha tratado en sus textos de mostrar la realidad “dramática, injusta, violenta y corrupta” por la que atraviesa México, sin embargo no ha olvidado el lado bello de las letras.
“No podemos permitir que nos roben el derecho al placer en un momento en donde miles de mexicanos están siendo asesinados, otros no tienen trabajo. Estamos en uno de los peores momentos de nuestro país”, apunta el escritor.
Una realidad oscura es siempre una oportunidad creativa para los artistas, asegura Villoro, y los mexicanos no están siendo ajenos a ella. El discurso es duro, pero será un correcto testigo de lo sucedido.
El escritor mexicano se ve en el momento más pleno de su carrera pero sabe que el tiempo traidor corre demasiado rápido. Por eso, ha decidido iniciar una lucha contra el paso del tiempo: la de no pensar jamás en ello.
No obstante, dice que por más bien que uno se sienta hay que ser consciente de que “el tiempo es limitado”, y no hay mejor manera de hacerlo que “vivir con la plenitud de quien está en el último día posible”.
Para Villoro “no hay mayor éxtasis que el paso del tiempo”, pues poder vivir con plenituda las diversas etapas de la vida y a su vez porder contrastarlas en un algo realmente placentero.
Por ello le encanta la dedicatoria de “El Principito”, en la que Antoine de Saint-Exupéry “le dedica el libro a su mejor amigo, pero dice ‘no se lo dedico al adulto, sino al que él fue cuando era niño, porque todos los adultos han sido niños pero no todos lo recuerdan’”, apunta.
Desde Madrid, ciudad dónde presentó su obra “El mariachi, mi madre y otras especies protegidas”, una obra de teatro, el mexicano asegura que prácticamente todo lo que ha escrito tiene que ver con México, pues a pesar de sus viajes siempre vuelve a “este extraño deporte extremo que es ser mexicano. Hay un diálogo con mi país que por supuesto es un diálogo crítico, una puesta en duda de la identidad”.
Así, a sus casi sesenta y con cerca de una decena de novelas, otros tantos libros de cuentos, relatos de viaje y hasta letras de canción, sigue “teniendo las mismas inseguridades, las mismas zozobras al escribir y esto también me parece estimulante”, asegura.
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