(09 de octubre de 2014).- Tras la emisión de una convocatoria a nivel nacional, por parte de estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero; padres de familia de los 43 normalistas desaparecidos la semana pasada, y más de 131 organizaciones civiles se dieron a la tarea de asistir a la marcha que partió a las 16:00 horas desde el Ángel de la Independencia hacia el Zócalo.
Miles de personas salieron a la calle para exigir una respuesta al Gobierno, con pancartas y tamboras los estudiantes se hicieron notar; madres, padres, personas de la tercera edad, incluso niños se encontraban presentes para alzar la voz. Por el transcurso de la manifestación se recabaron testimonios que a continuación se presentan:
Indignación, rabia y coraje
“Tengo mucha indignación, rabia, coraje por todo lo que está pasando en el país, este hecho es fundamental y todos los que estamos aquí han reunido todas las indignaciones y es que ya no podemos seguir así, necesitamos hacer algo y vamos a hacerlo”, así lo indicó Mariana Gutierrez, ama de casa
Un Gobierno que oculta toda la información
“Ayotzinapa es un caso en donde la tragedia son jóvenes rurales que están desaparecidos, algunos ya fallecidos y por eso estamos hoy para manifestarnos, para no dejarlos solos. Cada día que pasa me da asco este Gobierno que nos oculta toda la información y cada día nos hace darnos cuenta del maltrato normalista”, señaló Felipe Meléndez, en representación de su esposa la cual es normalista de Guerrero.
Estamos viviendo un Estado de alerta y no hacemos nada
Entre lágrimas y tristeza, Rosalva Munguía del Sindicato de Trabajadores Rurales, afirmó que estamos viviendo un Estado de alerta; “me da tristeza ver que se mate y no se haga nada, ahora fueron ellos, quizá después nosotros y eso significa que debemos de reaccionar (…) debemos estar pendientes de que se haga justicia y de que paguen los que tengan que pagar
En México es más peligroso pensar que robar
“Esto fue una masacre ya preconcebida, este Gobierno ya está preparado para acabar con las escuelas normales porque les estorban, recuerda que en México es más peligroso pensar que robar (…) Aguirre debe ser procesado porque él es el representante del Estado y de esta masacre.
A la familia de los normalistas les digo que luchen, a nosotros nos tocó en el 68 a ellos desgraciadamente les tocó igual y esto va a seguir, esto no tiene fin hasta que caiga todo, va a ser lo mismo que en Argentina, hasta que se vayan todos”, mencionó Antonio Rodríguez, jubilado del ISSSTE
El caso Ayotzinapa es el punto final de escenificación de poder
Con enojo, Katya Tirado, artista plástica, mencionó que este crimen de estado sobre gente indefensa nos hace reflexionar de que es momento de que tomemos las calles, para que se den cuenta de que estamos viviendo con unos asesinos al cual exigimos su destitución.
“El Gobernador de Guerrero debe ser destituido por toda la mafia que ha hecho y aunque siempre lo hacen bien, esta vez se desenmascaró todo, en su punto de putrefacción se cayó un teatro, y es que cada vez vemos más una serie de abusos y es momento de que hagamos algo”, recalcó
Un Presidente que se toma selfies
Mientras en varias entidades del país se realizan movilizaciones y protestas por la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, Guerrero, y el asesinato de tres más en Iguala, Enrique Peña Nieto, se tomó unas cuantas “selfies” con regiomontanas durante su visita al Macrocentro Comunitario San Bernabé en Monterrey, Nuevo León.
Desde su arribo a esta ciudad, Peña Nieto fue atrapado por las damas, quienes lo rodearon desde que descendió del helicóptero hasta el Macrocentro. El Ejecutivo federal se dejó querer, él mismo tomaba entre sus manos el smartphone y accionaba el disparador.
Un mandatario curioso que le importa el nivel de su popularidad, antes que estar resolviendo los dos casos de lesa humanidad que se le adjudicaron este mes, Tlatlaya y Ayotzinapa.
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