De su celular se realizó una llamada a la familia de una persona secuestrada.
El pasado 7 de julio, un juez del Segundo Tribunal Colegiado en Tepic, ordenó que Germán quedara en libertad, luego de siete años en prisión.
El joven pasó todo ese tiempo en la cárcel por cometer un acto que podría ser muy común para muchos: prestar su celular.
En 2009, fue entrevistado por policías estatales y luego se le requirió para emitir una declaración ministerial, respondiendo interrogantes en torno a su teléfono.
Sin ningún problema reveló la fecha y hora aproximada en que uno de sus amigos le pidió prestado el aparato y se lo facilitó. Jamás se imaginó que haría por lo menos una llamada a la familia de una persona secuestrada.
Su versión de que no tenía relación con el delito, que actuó de buena fe al prestar su celular, no fue atendida y terminó en la cárcel.
Fuente: nayaritenlinea.mx
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