Los extrabajadores pasaron 15 meses en la cárcel por un delito que no cometieron
Cuatro empleados de Banco Azteca, propiedad del empresario Ricardo Salinas Pliego, fueron acusados falsamente de un desfalco de 4 millones de pesos y tras más de un año en tribunales han logrado limpiar sus nombres.
Los jóvenes, originarios de Guanajuato y fueron obligados, en 2013, a viajar a la Ciudad de México a tomar presuntamente unos cursos de capacitación. Sin embargo, cuando llegaron al lugar indicado los empleados del banco les quitaron sus celulares y los entregaron a la policía por “haber cometido” un fraude millonario.
El delito por el que Banco Azteca los acusó fue de “robo calificado en pandilla”. Tras ser detenidos sus familias no fueron notificadas y les impidieron realizar llamadas telefónicas.
Fue hasta que la madre de unos de los trabajadores, que había denunciado la desaparición de su hijo, descubrió que había sido detenido en la capital.
Los cuatro empleados permanecieron un año y medio en prisión, de los cuales fueron tres meses en la capital del país y 15 meses en Guanajuato.
Lo que a la postre se evidenció como una maniobra legal de la empresa propiedad de Ricardo Salinas Pliego, y un abuso de poder de las autoridades ministeriales y judiciales de la Ciudad de México, así como de la Procuraduría de Guanajuato, fue derrotado por la tenacidad de las víctimas, sus familias y el asesor legal que los acompañó a lo largo del proceso. Hoy han sido exonerados por el Poder Judicial de la entidad.
El caso de estas cuatro personas no es el único en el que Banco Azteca ha involucrado a sus trabajadores, pues también hay casos similares en otros estados del país, según cuentan los afectados, quienes tuvieron acceso a estas investigaciones mientras estuvieron detenidos en la Ciudad de México.
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