No cualquier perro es capaz de detectar la hiperglucemia y la hipoglucemia
Investigadores del Instituto de Ciencias Metabólicas y de la Universidad de Cambridge han descubierto cómo detectan los cambios de azúcar en la sangre.
El adiestramiento de un perro para la detección del azúcar alta o baja dura un año, aunque a los cuatro meses ya suelen ser capaces de marcar hipoglucemias -bajadas de azúcar-. A pesar de que les es más difícil detectar los bajones que las subidas, se les enseña primero porque son más peligrosos para los dueños. Pero no solo son capaces de oler las de sus dueños, sino las de cualquier persona que las padezca.
El proceso comienza seleccionando al animal. Se les escoge genéticamente, con una serie de aptitudes y sobre todo con capacidad de aprender.
Para enseñarles solo utilizan técnicas en positivo. Es decir, se les premia cuando lo hacen bien. Durante los primeros meses, les van dando a olfatear diferentes muestras para que sean capaces de detectar las hipo y las hiperglucemias. Y con mucha «paciencia y cariño» se les recompensa cuando son capaces de reconocerlas.
Sin embargo no había una razón científica capaz de explicar cómo es que los perros son capaces de detectar estos cambios en el organismo, y aquí te tenemos la respuesta:
Investigadores del Instituto de Ciencias Metabólicas y de la Universidad de Cambridge han descubierto que el químico que los perros detectan es el isopreno .
Conduciendo un experimento con ocho mujeres con diabetes tipo 1, bajo condiciones controladas les bajaron los niveles de azúcar. Utilizando espectrómetros, buscaron por señales de químicos específicos para detectar la presencia de ciertas moléculas. Al analizar la información, descubrieron que el isopreno se incrementa durante la hipoglucemia, llegando a duplicarse en algunos casos.
Mientras que para nosotros el isopreno es imperceptible, el olfato de los perros es capaz de detectarlo al oler el aliento de las personas. Esto se debe a que la nariz de los canes es capaz de detectar pequeñas concentraciones de olor (una por trillón), lo cual equivaldría a que nosotros pudiéramos oler una cucharada de azúcar diluidas en dos albercas olímpicas.
A partir de estos resultados, estos investigadores se encuentran trabajando en un dispositivo que sea capaz de detectar este químico para alertar de una baja de azúcar en el cuerpo.
Sin embargo, nunca habrá un reemplazo para los perros de asistencia, quienes han sido capaces de detectar incluso tipos de cáncer.
Aún así, este descubrimiento es un gran avance en la ciencia médica y al venir de los perros, confirma que en verdad son los mejores amigos del hombre.
Fuente:Sopitas/Telemar
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