(1 de septiembre, 2014).- La contaminación del río Sonora con el derrame de 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico es sólo una de las tragedias ambientales que día a día se viven en el país, entre ellos, una reciente fuga de gasolina en Xalapa, Veracruz que da cuenta de la constancia con la que se presentan éstas a nivel nacional.
En el país, más del 70 por ciento de los cuerpos de agua presentan algún grado de contaminación que ocasionan problemas de acceso al líquido.
De acuerdo con la Red Mexicana de Afectados por la Minería, el Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos, así como Greenpeace, el país ha tenido una evidente reducción de disponibilidad de agua en los últimos 55 años, al pasar de 11 mil 500 metros cúbicos en 1995 a 4 mil 263 metros cúbicos en 2011, sin embargo, Greenpeace estima que para el año 2015, se reduzca a 4 mil metros cúbicos.
Las tragedias hídricas suelen ser más comunes de lo que se registra, esta semana, una fuga de gasolina Premium que fue ocasionada por una toma clandestina, provocó que seis kilómetros alrededor del arroyo Hondo en el municipio de Tierra Blanca, Veracruz, devastara la fauna del río.
Luego de este desastre ambiental, Petróleos Mexicanos (Pemex) señaló a través de un comunicado el pasado 28 de agosto, que personal especializado del sector Ductos Mendoza de Pemex Refinación controló la toma clandestina ya lleva a cabo trabajos de limpieza en el área afectada.
“Este acto ilícito causó afectaciones en 1.2 kilómetros del arroyo Hondo, por lo que trabajadores de Petróleos Mexicanos instalaron barreras contenedoras y cordones oleofílicos como medida de control; la toma clandestina quedó eliminada y el ducto reparado. Se realiza la recolección del producto derramado a través de equipos de presión y vacío”, señaló.
Sin embargo, autoridades municipales insisten en que las afectaciones afectaron 6 kilómetros y no sólo 1.2 que la paraestatal dijo reparará.
El director de Seguridad Pública Municipal, Franco Osorio, señaló para la revista Proceso, que “El derrame tiñó de rojo el agua del arroyo pues se presentó la muerte de numerosas especies como anguilas, tortugas, pero a nivel de tierra también de conejos, ratones, entre otras especies”.
Este es uno de los casos presentados en el país, donde se pueden encontrar metales tóxicos como mercurio, plomo, cromo, cadmio y otros compuestos dañinos, aunque de acuerdo con Greenpeace, lo peor es que desconocemos la mayoría de los compuestos tóxicos de la mayoría de nuestros ríos, porque no han sido estudiados.
De entre los casos destacados por la organización medioambiental, se encuentra el río Atoyac que cruza Puebla, Tlaxcala y Oaxaca y el río Lerma-Santiago, en el Estado de México, Guanajuato, Michoacán, Jalisco y Nayarit; no obstante advierte que es un problema a nivel nacional, señalan en un comunicado conjunto.
Por su parte, en el caso específico del río Sonora, la Red Mexicana de Afectados por la Minería y el Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos, las autoridades han mostrado una complicidad con Grupo México, cuya minera culpable del desastre, “ha ocultado información y no ha hecho planes para remediar los daños”.
Fuente: Revolución 3.0
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