MÉXICO, D.F. (apro).- La probable venta de mil hectáreas para la construcción de la nueva terminal aérea, entre otras obras, desencadenó ayer una trifulca entre grupos antagónicos de ejidatarios de San Salvador Atenco, con un saldo de 15 lesionados.
Todo comenzó la mañana de este viernes cuando unas 300 personas representadas por el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de Atenco (FPDT) iniciaron una marcha hacia el Tribunal Unitario Agrario, con el propósito de exigir la anulación de la asamblea del comisariado ejidal celebrada el pasado mes de junio, donde se aprobó el cambio de subsuelo de más de mil hectáreas de uso común a dominio pleno para poder enajenarlas.
“La tierra no se vende!”” y “¡tierra sí, aviones no!”, corearon los manifestantes en el trayecto.
El grupo de inconformes llegó alrededor de las 10:40 a la sede del Tribunal Agrario, donde los esperaban un número similar de ejidatarios que están a favor de la venta de las tierras y los encaró.
Según el dirigente del FPDT, Ignacio del Valle, dichas personas, identificados con el PRI, empezaron a agredir verbalmente a los atenquenses y luego pasaron a la agresión física.
“Ellos empezaron a agredir verbalmente y a señalar, porque de alguna manera son gente del pueblo que nos conocemos y empezaron a hacer retos personales. A nuestra gente le decíamos no contestemos, buscamos la forma de evadir esas contestaciones y seguir gritando consignas en las que se puede ver que no estamos de acuerdo en la venta de la tierra”, señaló del Valle.
El dirigente dijo que el grupo contrario se aglutinó y empezó a agredir a los atenquenses que, a pesar de llevar sus machetes, decidieron replegarse para no caer en provocaciones.
La agresión duró varios minutos y después vino una pausa que no duró mucho porque se desató el segundo enfrentamiento, ahora con mayor rudeza porque los golpeadores utilizaron palos.
Varias mujeres activistas resultaron con moretones y unos 15 hombres, todos integrantes del FPDT, con golpes en distintas partes del cuerpo.
Del Valle consideró que el gobierno quiere que caigan en esas agresiones para que los señalen como los incitadores a la violencia.
“Nuestra resistencia es muy enérgica, estamos muy molestos y de alguna manera la condición es agotar esa vía legal que se ha transformado en esto, porque el sistema propicia situaciones de división en estas comunidades al engañar, al buscar medios que dividan a la población”, acusó.
El ejidatario dijo que valorarán si presentan una denuncia por la provocación de la que responsabilizó al propio comisario ejidal, al gobierno federal y al tribunal agrario.
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