Irak, este país que heredo el territorio de la antigua Mesopotamia, parece estar condenado a vivir continuamente en guerra.
Desde aquel primer conflicto del Golfo contra Irán, pasando en 1990 y 1991 por la “salvadora” intervención de los Estados Unidos en “rescate” de Kuwait, hasta culminar con aquella controvertida ofensiva llevada a cabo en el año 2003 por George W. Bush (bajo el argumento de que este país era una amenaza por las armas de destrucción masiva que poseía, además de ser un refugio de terroristas), Irak no ha dejado de sufrir conflictos bélicos.
En los últimos meses surgió un grupo de dudosa procedencia, caracterizado por la violencia sin igual y conformado por individuos de diferentes nacionalidades y enarbolando la bandera de una guerra santa o yihad contra Estados Unidos, sus aliados y todos aquellos que sean una amenaza para el Islam. Este grupo es llamado Estado Islámico de Iraq y el Levante, Estado Islámico o Daesh.
¿De dónde surge su dudosa procedencia? Su líder Abu Bakr al-Baghdadi, autodenominado califa del Estado Islámico de Irak y el Levante, parece ser un farsante que pasa como un fanático ultra religioso islámico, pues se tienen datos que aseguran que pertenece a una familia judía, además de ser agente de la Mossad israelí (agencia de inteligencia de Israel).
Aunado a esto, el príncipe saudita Abdul Rahman Al-Faisal es el comandante de este grupo, no siendo el único extranjero dentro de las filas de este movimiento, grupo terrorista o sea cual sea su denominación. Sus milicianos son africanos y europeos, principalmente chechenos, como su ministro de guerra Abu Omar al-Shishani, abatido recientemente cerca de la norteña ciudad iraquí de Mosul.
Su distintivo es la desmesurada violencia que ejercen contra sus enemigos, asesinando a diestra y siniestra a aquellos que están en su contra, decapitando y exhibiendo sus cabezas por todo su territorio, además de presentar un odio contra los cristianos y la población chií de Iraq y Siria.
Y una vez más, como en las anteriores ediciones de las Guerras del Golfo, los Estados Unidos se presentan como los “defensores” ante este grupo de criminales, tal vez con el interés de desmembrar y desaparecer a los países de Iraq, Siria o incluso Líbano, provocando con esto la creación de estados sunnitas, chiítas y el estado Kurdo, conocido como el Kurdistán, proyecto que Gran Bretaña y los Estados Unidos han preparado desde la caída de Saddam Hussein. Curiosamente el Kurdistán iraquí es aliado y partidario del estado de Israel.
Sin duda alguna el mapa de Medio Oriente está por modificarse ante una serie de conflictos étnicos, religiosos y nacionalistas, siendo parte de la propaganda de “bandera falsa”.
*Esta columna refleja sólo el punto de vista de su autor
Por: Fernando Ortiz C.
@geopoliticaintl
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