Zain Alabdin Ali, de 23 años, vendrá a México a estudiar gracias al “Proyecto Habesha”, el cual le permitirá continuar con su vida y sus sueños.
El joven es uno de los millones de refugiados que han huido de la guerra en Siria, su país, la cual trunco su vida y sus estudios, como a miles de jóvenes.
Zain trabajaba toda la noche en una sala de vídeojuegos en Beirut, a donde llegó en 2012 con su primo tras escapar de Alepo, donde el servicio militar les hubiera obligado a ir al frente de guerra durante al menos dos años.
Un año más tarde lograron pasar la frontera sus familiares, su padre, su madre, sus tres hermanas y un hermano.
Sin embargo, las condiciones de vida en Beirut son duras y “necesitaba diez meses de sueldo para pagarme un mes de la universidad”, confiesa Zain.
Entonces abandonó el sueño de volver a estudiar.
En Alepo cursaba la carrera de medicina, pero ahora explica que le gustaría una profesión en la que se “pueda crear algo, dar rienda a la fantasía” y está pensando en arquitectura.
Había perdido la esperanza hasta que una iniciativa humanitaria mexicana, bautizada como Proyecto Habesha, comenzó a buscar 30 estudiantes sirios que vivieran como refugiados en varios países para que pudieran continuar con su educación superior.
Dos de ellos ya han llegado a México y Zain es el tercero. Será recibido en la ciudad de Aguascalientes, en la Universidad Autónoma, para un curso inicial de español y adaptación cultural y posteriormente cursará los cuatro años de arquitectura.
Aún no sabe nada de México, conoce tres palabras en español, pero afirma convencido que ya sabe que le encantará la comida: “En Alepo también se come muy picante”.
Fuente: MVS
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