Una ruptura amorosa es de esas terribles situaciones que todos pasamos, se podría decir incluso que es parte de crecer. Aún así, esto no lo hace más fácil, y es que los sentimientos experimentados en una ruptura pueden ser tan intensos que en ocasiones se siente como el fin del mundo, y aunque sepamos que el tiempo lo cura todo, la espera puede llegar a ser tortuosa.
Es por ello que hemos recopilado los mejores consejos basados en las recomendaciones de expertos para hacer el proceso de duelo más amenos, y es que aunque pueda parecer “exagerado” por algunos, una ruptura es un proceso de duelo. Uno debe afrontar la pérdida de la relación, de la compañía del otro, y especialmente de uno mismo dentro de esa relación. Si bien los consejos siguientes quizás no sean igual de efectivos para todos, pueden ayudarte en el proceso de aceptación de tu nueva realidad.
Concéntrate en tus pasiones
Es posible que durante tu relación hayas dedicado gran parte de tu tiempo y energía a la otra persona. Es común que se invierta una gran cantidad de tiempo en la pareja, y aunque esto es positivo, puede hacerte dejarte a ti mismo como individuo de lado. Puedes encontrar que has dejado de practicar tus pasiones y hobbies con la misma frecuencia que antaño, por lo que ahora es un buen momento para volver a enfocarte en tus intereses e incluso probar actividades nuevas que hayas tenido ganas antes pero no hayas podido.
Vuelve a conocerte
Las personas estamos en constante evolución. Las experiencias y las personas con las que nos relacionamos tienen efectos en nosotros y afectan nuestra conducta y perspectivas. Es muy probable que salgas de tu relación muy diferente a como entraste, por lo que lo mejor es tómate el tiempo para reflexionar sobre quién eres como persona, tus valores, tus metas y tus deseos.
Reencontrarte con tu sexualidad es igualmente importante y parte integral de reconocerse, para desligar la satisfacción sexual y el placer de la antigua pareja. Siempre es recomendable explorar por uno mismo con juguetes sexuales y tener un poco de autonomía sexual antes de volver a ser sexualmente activo con otras parejas.
Una buena manera de poder ser más introspectivo y conectar con uno mismo es hacerlo a través de un diario, meditando o hablando con amigos cercanos o un terapeuta.
Recurre a tu red de apoyo
Los amigos y la familia son una gran fuente de apoyo durante una ruptura. No dudes en pedir ayuda y hablar con ellos sobre cómo te sientes. En ocasiones es común aislarse en circunstancias de crisis por temor a las reacciones de los demás, pero aislarse solo contribuirá a hacer más grande el problema.
Se puede dar que compartieras tu círculo de amigos con tu antigua pareja, por lo que al finalizar la relación tu círculo de apoyo puede verse reducido. No obstante, eso no quiere decir que debas aislarte, si te sientes cómodo, también puedes considerar la posibilidad de unirte a un grupo de apoyo para personas que estén pasando por lo mismo, actualmente hay opciones tanto presenciales como online.
Aprende a aceptar tus emociones
Después de una ruptura, es común experimentar una amplia gama de emociones, como tristeza, enojo y confusión, probablemente hayas escuchado de las etapas del duelo y las vayas experimentando una por una. Un error común es creer que se debe estar bien al instante, que no merece la pena sufrir y que necesitas estar en tu mejor ánimo rápidamente.
Permítete sentir estas emociones y no las reprimas, si necesitas estar triste, enojado, frustrado, simplemente siéntelo. Abrazar tus emociones y dejarlas pasar naturalmente es la mejor forma de no quedar con secuelas emocionales. Sin embargo, también es importante no dejar que estas emociones te consuman, y buscar formas saludables de manejarlas, como hacer ejercicio, meditar o hablar con un terapeuta.
Aprovecha la oportunidad de crecer
Aunque una ruptura puede ser dolorosa, también puede ser una oportunidad para crecer y aprender sobre ti mismo en el plano de las relaciones. Utiliza esta experiencia para reflexionar sobre lo que buscas en una relación y lo que valoras en ti mismo. No se trata de buscar culpables en otros o uno mismo, sino en profundizar en los motivos que llevaron a la ruptura y en definir lo que se quiere tanto de uno como de otro en una posible relación futura.
Recuerda que superar una ruptura lleva tiempo, pero no es imposible, y el dolor eventualmente se convierte en un aprendizaje. Esto no es una justificación para lo que hayas tenido que pasar, mucho menos si te hicieron daño, sino una manera de afrontar la situación que pueda ayudarte en relaciones futuras.
Es importante tener en cuenta que no tienes por qué pasar el momento solo si te sientes superado por la situación. Siempre puedes acudir a allegados, grupos de apoyo o profesionales como terapeutas que te ayuden a poner la situación en perspectiva y conformen una sólida red de apoyo para ti.
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