A pesar de la evidencia en contra del agresor, una jueza ordenó su libertad
Esta semana, una joven venezolana de 18 años denunció que fue drogada y abusada sexualmente por Irineo Humberto Garzón Martínez, un comerciante, durante su primer día de trabajo.
Los hechos ocurrieron el pasado 23 de enero, alrededor de las 14:00 horas. La víctima fue citada en un local en el barrio porteño de Balvanera, en Buenos Aires, para una entrevista laboral, la cual concretó a través de Facebook con un hombre que se identificó como “Santiago”.
La madre de la joven detalló que durante la conversación, el hombre le pidió a su hija que fueran a cenar el viernes para poder hablar sobre el trabajo, pero ella se negó y él accedió a atenderla el sábado por la mañana.
Ante ello, la madre de la víctima le pidió que una vez que llegara al lugar de la entrevista, le enviara una foto del frente del comercio y los datos del dueño del lugar.
Y así fue, la joven se presentó a la entrevista en el local dedicado a la venta de indumentaria del rubro de la medicina y de inmediato fue contratada para trabajar.
La joven detalló que durante su jornada de trabajo su jefe le ofreció en varias ocasiones un vaso de refresco o jugo. Sin embargo, una vez que se lo tomó, comenzó a sentirse mareada y le envió un mensaje a su hermana para contarle lo que pasaba y agregó la dirección en donde se encontraba.
“Creo que el dueño de donde trabajo me drogó porque me siento mareada”, escribió en un mensaje de WhatsApp.
La hermana de la joven avisó rápidamente a su madre, quien se encontraba cerca del comercio. Posteriormente dio a aviso al 911 y de este modo personal policial arribó al lugar y encontraron el local con las puertas cerradas y la persiana baja.
Tras llamar varias veces, la policía ingresó al lugar y detuvo al hombre, identificado como Garzón Martínez.
La joven fue encontrada tirada sobre una escalera en el fondo del comercio con el torso desnudo y supuestamente bajo el efecto de psicotrópicos, “con el pantalón desabrochado, descalza, inconsciente, llorando y balbuceando”.
Luego de su detención, el hombre de 35 años quedó en libertad por orden de la jueza Karina Zucconi, titular del Juzgado N°15.
La defensa del agresor aseguró que éste vivía en la zona de Mataderos con su hermana desde hace más de 14 años, no tiene antecedentes penales ni condenas anteriores, “trabaja en forma digna en su comercio”, y “ha dado trabajo siempre a mujeres y jamás tuvo problemas de este tipo en el que involuntariamente se encuentra involucrado desconociendo el porqué”.
En tanto, la fiscal del caso, Silvana Russi, se opuso a la decisión de la jueza, argumentando que la imputación de abuso por acceso carnal establece una dura pena, con un mínimo que excede una condena en suspenso, que el riesgo de fuga y de que el acusado entorpeciera la Justicia era claro.
Por su parte, la víctima manifestó su inconformidad diciendo: “Yo no estoy de acuerdo, no me parece. Me violó y estoy sufriendo mucho”. Los análisis médicos en su cuerpo encontraron tres lesiones compatibles con una violación, en pleno sangrado, detalló Infobae.
“No hay elemento alguno de momento que lleve a presumir que el acusado intentará eludir el accionar de la Justicia”, dijo la jueza.
El agresor, además de ser puesto en libertad, se le concedió una fianza bajo palabra y tiene prohibido acercarse a la víctima o contactarla, así como salir del país. Además deberá presentarse mensualmente en el juzgado.
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