La policía española constató que varios menores, de entre 14 y 17 años, compartieron el video
Autoridades españolas dedicadas a combatir la pornografía infantil detectaron que adolescentes, de entre 14 y 17 años de edad, viralizaron videos de violaciones a un bebé en Instagram.
La investigación comenzó cuando agentes españoles recibieron información del Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados (NCMEC) en Estados Unidos por delitos de prostitución y corrupción de menores. Las denuncias alertaban que estos delitos se estaban cometiendo a través de la red social Instagram por usuarios españoles.
De acuerdo con la policía, eran tres clips los que se repetían y habían sido compartidos miles de veces. En uno de ellos aparecía un adulto abusando sexualmente de un bebé de meses y en otro a una menor de 2 o 3 años de edad, detalló el diario español ABC.
“Nos pareció rarísimo cuando identificamos hasta a 51 personas, pero nuestra sorpresa fue cuando vimos que la mayor (45) tenían entre 14 y 17 años. De ellos, siete carecían de responsabilidad penal, ni siquiera habían cumplido los 14 años. Los videos de esa dureza son los que se pasan pedófilos y pederastas consumados”, expuso David Reguero, del Grupo III de Protección Civil al Menor de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía.
Añadió que acudieron al domicilio de un menor de 14 años en un barrio de clase media-alta de Madrid, donde uniformados ingresaron para detener al adolescente y registrar su habitación, debido a que había compartido uno de los mencionados videos.
“Estábamos con el chaval de 14 años en su habitación, la madre llorando sin parar, el abogado allí plantado y él no recordaba de qué video le estábamos hablando. No se te puede olvidar. Es la violación de un bebé, te revuelve el estómago.
“Le enseñamos las imágenes en su propio ordenador porque no se acordaba y el crío empezó a reírse a carcajadas. La madre estaba descompuesta y el abogado tuvo que regañarle”, señaló Reguero.
Lo preocupante del caso es cómo habían llegado ese video a manos de menores de edad y cómo ellos lo habían compartido tantas veces hasta hacerlo viral. Para entonces, en colaboración con autoridades de Estados Unidos, se sabía que el clip fue grabado en Reino Unido y que el responsable era el cuidador del bebé, quien se encuentra preso.
La policía de España constató que gran parte de los menores involucrados en la viralización de estos contenidos lo intercambiaron entre sus amistades por simple entretenimiento. Varios jóvenes quedaron a disposición de la Fiscalía de Menores y otros declararon en sede policial.
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