Andre Maurice Hill, de 47 años, murió tras ser atacado por un oficial en el garaje de su casa
Un policía de Columbus, en Ohio, EU, mató a tiros a un afroamericano desarmado en su casa, mientras atendía una llamada de emergencia en la zona.
La víctima, que fue identificada como Andre Maurice Hill, de 47 años, se encontraba en el garaje de su casa cuando fue atacado por el oficial, el pasado martes, cerca de la una y media de la madrugada.
Los hechos fueron dados a conocer gracias a la grabación hecha por las cámaras corporales del oficial Adam Coy y la de su compañero.
Aunque al momento del ataque ambos tenían apagada la cámara, la función de poder ver los 60 segundos previos captó parte de lo sucedido.
En el video se puede ver el momento en el que Coy se acerca a la vivienda con una linterna, mientras que Hill se acerca a él con un teléfono en la mano.
No obstante, seis segundos después de que apareciera, el agente abrió fuego en su contra. Debido a que la grabación no tiene sonido, se desconoce si Coy le dijo algo a Hill o le dio órdenes específicas antes de disparar.
Hill herido permaneció tirado en el suelo sin que los policías hicieran algo para ayudarle, por lo que falleció una hora después un hospital.
De acuerdo con el sitio RT, la policía llegó a la vivienda de Hill luego de recibir una llamada sobre un coche que estaba aparcado enfrente de la casa y estaba con el motor encendido. Por el momento se desconoce si este auto era o tenía alguna relación con la víctima.
Al respecto, el alcalde de Columbus, Andrew Ginther, consideró la muerte de Hill como una “pérdida inexplicable” y aseguró que el hombre era un huésped esperado, “no un intruso”.
“Ninguno de los policías que se encontraban inicialmente en el lugar de los hechos proporcionó asistencia médica, no hubo compresión en las heridas para detener el sangrado, no hubo intentos de reanimación cardiopulmonar, ni siquiera una mano en el hombro o una palabra alentadora de que los médicos estaban en camino. Es el deber de un policía prestar ayuda”, dijo el alcalde durante una conferencia de prensa.
“Basta ya. Esta comunidad se siente agotada. La comunidad afroamericana está aterrada, preocupada e indignada. Esto es un asombroso desprecio por la vida”, sentenció.
Tras los hechos, el agente Coy fue apartado de sus funciones y entregó su arma mientras continúan las investigaciones. Cabe mencionar que por convenio con el sindicato seguirá recibiendo su salario.
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