La primera vez que acudió con su ginecólogo él se opuso y la hizo sentir mal por la decisión que tomó
Ailín Cubelo Naval, una joven argentina de 22 años, tomó la decisión de no tener hijos y por ello se sometió a una cirugía para ligar sus trompas de falopio.
“Como a algunas personas el deseo de ser madres les es natural, para mí era natural no serlo. Me ligué las trompas porque no quiero tener hijos, ni ahora ni nunca”, explicó la joven en una entrevista para Infoabe.
Cabe mencionar que este procedimiento anticonceptivo es principalmente requerido por mujeres que ya tuvieron varios hijos y no quieren tener más.
“Creo que el mandato de maternidad no es algo natural, es muy cultural. Hay muchas personas que nunca se cuestionaron el tema de ser o no ser padres (…) O sea, si tienes útero tienes que parir, es tu destino”, agregó.
Desde que ella tuvo claro que no quería ser mamá se enteró que en su país, desde el 2006, la ligadura de trompas es un derecho garantizado por ley. Sin embargo, hay varios médicos que objetan conciencia, transformándose en el principal obstáculo.
La primera vez que visitó a su ginecólogo y le dijo que quería someterse a la cirugía, él se lo negó y la trató de convencer que no lo hiciera.
“Me dijo que no, que volviera en seis, siete meses, que lo pensara mejor porque me veía muy chica. Que tener hijos está bueno, que él tenía dos. Y me pidió una especie de pericia psicológica. Me fui llorando del consultorio”, comentó.
Después de buscar más opciones, finalmente la joven conoció a una ginecóloga que sin cuestionar su decisión le realizó la cirugía.
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