(29 de julio, 2014).- Para Sarnata Reynolds, asesora de Refugiados Internacional (RI) en materia de Derechos Humanos-, México se encuentra en medio de una crisis humanitaria que pretende ser invisibilizada, comunidades rurales han sido devastadas en su totalidad por la violencia que los cárteles de la droga han ejercido en búsqueda de apropiarse de sus tierras y recursos naturales, y las cifras otorgadas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, lo confirman.
En su informe “Mexico’s unseen victims” (Las víctimas invisibles en México), Reynolds señala que como consecuencia de los asesinatos selectivos, secuestros y la extorsión los mexicanos han sido desplazados internamente implicando una necesidad de documentación, vivienda, medios de vida y apoyo psicosocial. “Su existencia debe ser reconocido por el gobierno mexicano, y una estrategia humanitaria integral para promover y proteger sus derechos deben ser puestos en práctica”, señala el documento.
De acuerdo a Parametría, se estima que 1.65 millones de personas huyeron de sus hogares entre 2006 y 2011, mientras la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) registró que tan solo en el año 2011, 160 mi personas fueron desplazadas en el interior de México.
Los estados con mayor índice de desplazados registrado por ACNUR fueron Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León, Durango Sinaloa, Michoacán y Guerrero, todos con presencia significativa de carteles de la droga.
Conforme al sitio InSight Crime, la región formada por la cadena montañosa de la Sierra Madre en el estado de Sinaloa, conocida como el “Triángulo Dorado” es conocido por el cultivo de marihuana y amapola, además de creer que es el hogar de grandes laboratorios de metanfetamina.
“Cuando el Cartel de Sinaloa y la Organización Beltrán Leyva (OBL) comenzaron a luchar por el control de la zona en 2011, los residentes fueron forzados a trabajar con los criminales o a irse. Miles dejaron las montañas. Según la organización no gubernamental Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Sinaloa, en 2012 hasta 25.000 personas abandonaron la zona en un periodo de varios meses. Sin embargo, el gobierno mexicano se negó a reconocer la magnitud del problema”, señala en su análisis InSight Crime.
Al tratar de minimizar el papel de los carteles, reporta el sitio, las autoridades mexicanas informaron que sólo 5 mil personas habían huido atribuyendo la migración a una grave sequía.
Para la asesora de Refugiados Internacional, el gobierno mexicano debe reconocer el desplazamiento forzado por motivo de la delincuencia organizada además de la urgente implementación de una estrategia humanitaria integral para promover y proteger sus derechos.
En el caso de Ciudad Juárez, entre 2009 y 2012, el Cartel de Juárez y el Cartel de Sinaloa tuvieron un enfrentamiento por el control de la ciudad que dejó un saldo de 10 mil personas muertas y, de acurdo a la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, fueron 230 mil personas las que abandonaron la zona entre 2007 y 2012, de los cuales la mitad intentó emigrar a Estados Unidos.
Al reunirse RI con 80 familias que habían abandonado la región conocida como Triángulo Dorado, ninguno de ellos mencionó la sequía o las cuestiones agrícolas como uno de los motivos para su desplazamiento, Reynolds declaró a InSight Crime que todas menos una de las familias de la cordillera de la Sierra Madre, afirmaron que habían sido lo carteles quienes habían entrado a su comunidad.
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