Dos investigaciones sugieren que en la Luna hay agua molecular y cráteres alejados de la luz que almacenan trampas frías
Este hallazgo podría ser de gran importancia para futuras misiones
Científicos estadounidenses de la NASA confirmaron que la Luna contiene agua helada y en su superficie contiene numerosos cráteres, algunos de ellos son muy pequeños, a los que nunca llega la luz solar, lo que podría tener implicaciones en futuras misiones humanas.
A través de dos estudios, publicados en Nature Astronomy, los investigadores señalan la inequívoca detección de agua molecular (H2O) en la Luna, así como que aproximadamente 40 mil metros cuadrados de su superficie, de los que un 40 por ciento están en el sur, tiene la capacidad de retener agua en las llamadas trampas frías.
De acuerdo con la agencia EFE, hace dos años ya se habían detectado signos de hidratación en la luna, principalmente en el polo Sur. Sin embargo, no se sabía si este líquido era agua molecular (H2O) o de hidroxiles (radicales llamados OH).
La investigación dirigida por Casey Honniball de la Universidad de Hawai, usó datos del Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA) de la Nasa, un avión Boeing 747SP modificado para transportar un telescopio reflector
Los datos fueron tomados del cráter Clavius, cerca del polo Sur, que fue observado por SOFIA en una longitud de onda de seis micras, a la que el agua molecular produce una firma espectral única.
?? Water molecules were found in Clavius Crater, one of the largest craters visible from Earth on the Moon! This discovery from our @SOFIAtelescope indicates that water may be distributed across the surface, & not limited to cold, shadowed places. More: https://t.co/oIcCbbl50Y pic.twitter.com/Q5Ve6QwZJM
— NASA (@NASA) October 26, 2020
Las observaciones previas, a una longitud de tres micras, señalaban indicios de agua que “todavía dejaban abierta una explicación alternativa”, pero los nuevos datos “no tienen otra explicación que la presencia de agua molecular”, explicó Ignasi Ribas, astrofísico del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC) y del Instituto de Ciencias del Espacio del CSIC.
Con este estudio, los especialistas estiman que la abundancia en altas latitudes meridionales es de 100 a 400 gramos de H2O por tonelada de regolito (el material del que está formado la superficie lunar) y la distribución del agua en ese pequeño rango de latitud es resultado de la geología local y “probablemente no un fenómeno global”.
El segundo estudio, dirigido por Paul Hayne de la Universidad de Colorado Boulder, examinó la distribución en la superficie lunar de zonas en un estado de oscuridad eterna, en las que el hielo podría ser capturado y permanecer estable.
“En las trampas frías las temperaturas son tan bajas que el hielo se comportaría como una roca, si el agua entra ahí, no irá a ninguna parte durante mil millones de años”, explicó.
Para poder probar que estas trampas frías tienen realmente reservas de hielo se necesitaría ir allí, lo que podría representar futuras misiones que hablen más sobre los recursos hídricos de la Luna.
Esta segunda investigación se hizo con datos del Orbitador de Reconocimiento Lunar de la NASA para evaluar una gama de posibles tamaños de trampas frías, las cuales podrían ser mucho más comunes en la superficie de la Luna de lo dicho en investigaciones anteriores.
Los expertos indican que las “micro” trampas frías, en ocasiones de un tamaño no superior a un céntimo de euro, son cientos o miles de veces más numerosas que las de mayor tamaño, que pueden tener varios kilómetros, y se pueden encontrar en ambos polos.
Aproximadamente 40 mil metros cuadrados de la superficie lunar tienen la capacidad de atrapar agua, cuya presencia puede tener implicaciones para futuras misiones lunares que tengan como objetivo el acceso a estos potenciales depósitos de hielo.
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