En México existen 19 grupos criminales, de los cuales 8 aumentaron su operación local
Entre ellas, el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación
En México existen 19 organizaciones delictivas, de las cuales ocho han aumentado significativamente su operación a nivel local. De acuerdo con la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) se tratan de Los Viagras, en Michoacán; Guerreros Unidos y Los Rojos, en Guerrero; Cártel de Santa Rosa de Lima, en Guanajuato; la Unión Tepito y el Cártel de Tláhuac; en la Ciudad de México, y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa.
Autoridades informaron que el caso más notable fue el cártel de Los Viagras, en Michoacán, donde se armó como “autodefensa” para luchar contra La Familia Michoacana y terminó controlando buena parte de los negocios de esta asociación delictiva. Sin embargo, se aliaron para combatir al CJNG, cuya presencia domina parte de los municipios de dicha entidad.
La historia de violencia en Michoacán durante la última década es la historia de alianzas y rupturas entre estos tres grupos. Datos de investigaciones ubican a Nicolás Sierra Santana, el “Gordo”, como líder de Los Viagras.
Mientras tanto, en vísperas de la Navidad de 2009, elementos de la Marina ingresaron a casa de Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, quien murió durante un enfrentamiento. Éste era considerado como el número uno del cártel de los Beltrán.
De ahí surgió la fracción de los Guerrero Unidos, liderada por Ángel Casarrubias Salgado, el “Mochomo”, quien fue detenido en junio pasado. A él se le adjudica la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
El estado de Guerrero es escenario de enfrentamientos por el territorio entre Guerreros Unidos y otros grupos, como Los Rojos y la Familia Michoacana.
En otro tema, el líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, José Antonio Yépez Ortiz, “El Marro”, fue capturado el pasado 2 de agosto por fuerzas federales y estatales. Esta organización criminal se dedica al robo de combustible.
Sus orígenes se remontan a una ruptura en del CJNG, en 2017, que lidera Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”. El CSRL opera principalmente en el llamado Triángulo Rojo del robo de combustibles, sembrado de oleoductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Yépez Ortiz determinó centrar su negocio principalmente en la gasolina, posteriormente se fortaleció al grado de amenazar en varias ocasiones al CJNG durante más de dos años.
A partir de entonces, la sangrienta disputa entre ambos cárteles convirtió al estado de Guanajuato en el más violento del país. Cabe mencionar que el CSRL fue adoptado por una pequeña localidad, que incluye a sus alrededores las ciudades de Salamanca, Celaya, León y Guanajuato.
Entre tanto, en la Ciudad de México existe otro grupo criminal denominado La Unión Tepito, cuyo fundador Javier Hernández Gómez, el “Pancho Cayagua”, fue asesinado por unos sicarios en moto.
En 2016, fue acusado de homicidio y encarcelado, sin embargo, logró ser liberado. En aquél entonces, la prensa señaló que había perdido liderazgo en dicho grupo.
Autoridades informaron que en total fueron cuatro presuntos atacantes de el “Pancho Cayagua”, quienes al parecer eran cercano a uno de sus rivales. Se trata de Roberto Mollado, el “Betito”, que controlaba el menudeo al otro lado del Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México.
Tepito, es uno de los barrios más bravos de la capital, incluso le da nombre a un grupo delictivo local. Esta zona vio entrar al narco en 2009, cuando “Cayagua”, junto con otros criminales, fundó La Unión Tepito, una banda vinculada al cártel de los Beltrán Leyva.
Durante ocho años se convirtieron en el rostro de la violencia de la capital, hasta que cayó uno de sus líderes, Jesús Abdiel Vegas Lemus, el “Grande”. Posteriormente, fueron detenidos Omar Romero Romero, el “Coloso”, en 2017, y Armando Hernández Gómez, “El Ostión” y Ricardo López Castillo, “El Moco”, en 2018.
La Unión Tepito impuso un sangriento manual que incluyó la masacre de 2013, en la discoteca Heavens. Este grupo delictivo se atribuyó la mayor matanza del narcotráfico que se recuerda, con el secuestro y asesinato de 13 jóvenes quienes aparecieron tres meses después mutilados en una fosa común de un bosque.
Una investigación de la Marina de México detalla que el nuevo centro de gravedad del crimen organizado se hallaba en Peralvillo 33, en la alcaldía Cuauhtémoc; Óscar Flores, el “Lunares”, sobornó a varios funcionarios públicos, comandantes y jefes del sector, quienes permitieron que se convirtiera en una de las cabezas más visibles en Tepito.
A pesar de ello, fue capturado en febrero, en una casa ubicada en Hidalgo, desde donde operaba los crímenes cometidos en la Ciudad de México. Ahora se presume que su sucesor es un sujeto a quien apodan el “Buzz”, compartió Infobae.
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