La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades en el proceso de compra del avión presidencial Boeing 787 Dreamliner y advirtió que la Secretaría de la Defensa (Sedena) no acreditó que éste haya sido la mejor opción en el mercado.
A través de su informe sobre la cuenta pública 2014, indica que entre las anomalías, que generarán costos financieros, está la falta de refacciones a bordo equivalentes a 334 mil pesos.
Respecto a los incumplimientos en la entrega del avión, que a la postre reportó un atraso de casi 17 meses, alerta sobre penalizaciones millonarias.
“No se entregó sino hasta el 8 de octubre de 2014, es decir, 99 días naturales posteriores a la fecha pactada, lo cual constituye una penalización del 10 por ciento del monto total del contrato que asciende a un importe de 12 millones 734.9 miles de dólares, equivalente a 166 millones 503.5 miles de pesos en la citada entrega”, establece el documento.
Fuente: Aristegui Noticias
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