Tras dos meses de confinamiento, el ecosistema de la laguna ha mejorado notablemente
En el 2019 una investigación del diario The New York Times aseguró que el sitio estaba perdiendo su color debido a la falta de tratamiento en el sistema de drenaje
La paradisiaca Laguna de Bacalar, ubicada al sur de Quintana Roo, ha recuperado su belleza luego de que las autoridades locales suspendieran toda actividad turística, debido a la pandemia de coronavirus.
Fue en el 2019 cuando The New York Times publicó un reportaje en el que señalaba que la también conocida como “la laguna de los siete colores” estaba perdiendo su color debido a la falta de tratamiento en el sistema de drenaje y las fosas sépticas de las residencias cercanas, las cuales estaban provocando un daño irreversible a la flora y fauna.
Sin embargo, a dos meses de que las autoridades dejaran fuera a más de 40 mil visitantes, las especies marinas y algunos reptiles han regresado a su hábitat.
De acuerdo con la información de Excélsior, el ecosistema de la laguna ha mejorado notablemente desde que las embarcaciones dejaron de moverse, por lo que ahora sus habitantes buscan generar un equilibrio para preservarlo.
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