¡Eureka! La predicción de Albert Einstein se confirmó: las ondas gravitacionales sí existen, fueron detectadas y con ellas se abre una nueva ventana a la observación del Universo.
Según los expertos, las ondas captadas vienen de la colisión de dos agujeros negros, uno 29 veces más grande que el Sol y el otro con un tamaño 36 veces mayor, que crearon un nuevo agujero 62 veces la masa de nuestra estrella solar.
Este evento pudo ser “escuchado” por el Observatorio de interferometría láser de ondas gravitacionales (LIGO) ; y tras varios meses de revisiones y corroboraciones de los datos, pueden decir con seguridad que se trata de las ondas gravitacionales.
“Sí. Lo logramos. Hemos construido un nuevo tipo de telescopio y conseguimos abrir un campo totalmente nuevo”, afirmó el profesor Rainer Weiss del Instituto Tecnológico de Massachusetts, padre fundador del sistema LIGO, un experimento que tenía la misión de encontrarlas.
En 1974 los astrónomos estadounidenses Russell Alan Hulse y Joseph Taylor descubrieron un sistema binario compuesto por dos estrellas de neutrones que orbitan una muy cerca de la otra. Su período de revolución se reduce lentamente, lo que se explica con la pérdida de energía a través de las ondas gravitacionales. Ambos investigadores recibieron el Premio Nobel de Física en 1993 por esta demostración indirecta.
En enero de este año, un físico estadounidense difundió el rumor de que uno de los instrumentos más sensibles del mundo podría haber demostrado la existencia de las ondas gravitacionales.
Lawrence Krauss, de la Universidad Estatal de Arizona, habló en septiembre en Twitter de “rumores sobre una comprobación (de la existencia) de las ondas gravitacionales en el detector LIGO”, el Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales.
En enero, Krauss añadió: “Mi rumor sobre LIGO fue confirmado por fuentes independientes. íSigan atentos! íPosiblemente se han descubierto ondas gravitacionales! Emocionante”.
Krauss no forma parte del proyecto LIGO ni habló directamente con ninguno de sus 900 investigadores, según confesó a la revista “Science”; sin embargo, tenía razón. Por primera vez se han podido observar directamente agujeros negros, destacó la profesora Alessandra Buonanno, directora de Física Gravitacional en el Instituto Max Planck de Potsdam, Alemania.
Lo cierto es que los investigadores de LIGO no son los únicos que buscan pruebas de la existencia de ondas gravitacionales. En diciembre la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó un proyecto a gran escala para investigar las ondas gravitacionales en el espacio, el cual también podría traer resultados interesantes en el futuro.
“Esto marca el inicio de una nueva era de la astronomía”, comentó la doctora Alicia Sintes, del departamento de física de la universidad de las Islas Baleares y el Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña, España, quien participó en el proyecto.
“Esta será una herramienta con la que estudiar el Universo y todos los objetos astrofísicos que existen”, añadió.
También te interesará:
Sé parte de la conversación