(18 de julio, 2014).- Algo sucedió y no precisamente limpio, ni sano, ni benéfico, que se transformó la Cruz Roja, la mexicana, en un hospital privado y una inmobiliaria. En el caso de las instalaciones en el Distrito Federal, los servicios gratuitos que se prestaban no solo en el caso de accidentes sino incluso para consultas o partos de las clases más necesitadas, hoy son negados rotundamente, a no ser que la gente se comprometa a pagar tanto los servicios médicos como los de hospitalización y medicamentos. A raíz del nombramiento de un Vázquez Raña al frente de esa institución, los servicios de salud cambiaron y con ello también se han visto reducidos en extremo los donativos que se recaudaban mediante el boteo. Ya la gente ha recibido la suficiente información de que loque ahí sucede y ese slogan de “nadie es tan pobre para ayudarla ni tan rico para no necesitarla” ha pasado a la historia porque lo que sucede hoy es que “todos pagan”.
Lo mismo viene ocurriendo en las instalaciones en las Entidades de la República. Algunas se salvan porque todavía los empresarios fuertes de esos lugares hacen aportaciones importantes que logran cubrir parte de los costos que tener una institución de tal beneficio para la sociedad conlleva. Pero hay lugares en donde todo puede pasar y uno de ellos es Quintana Roo. Por razones que no han logrado convencer a nadie se han vendido los edificios cuyos terrenos fueron donados por el gobierno estatal, mismo que aportó sumas considerables para la construcción. Y no se trata de millones de pesos sino de dólares.
Inmuebles ubicados en lugares paradisiacos como lo son Cozumel y Playa del Carmen han sido virtualmente rematados. El que le daba servicio a toda la Riviera Maya lo rematan en un millón de dólares cuando su precio puede llegar a ser mayor a los dos millones de billetes verdes y, además, la ubicación de un lugar que lo sustituya se encuentra a kilómetros de Playa del Carmen, de la cabecera de Solidaridad, con lo cual, en el caso de los accidentes la sola lejanía se convierte en un asunto de vida o muerte.
A una serie de cuestionamientos planteados por el fundador de la Cruz Roja en Cozumel, el titular del delegado estatal de la institución dio respuestas en las que presenta números, cifras, que no explican el porqué, por ejemplo, no aparecen las aportaciones de la zona militar de la Isla entre otras que, lejos de aclarar las finanzas y dar los argumentos suficientes para el remate de inmuebles, convierten la documentación en una permanente interrogación. Daniel Cortez en uno de los empleados de esta ex honorable delegación de la institución en México, que ha puesto el sello de la corrupción.
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