Al quebrarse el esmalte se pueden acumular partículas víricas en las grietas
Morderse las uñas es meterse a la boca bacterias que podrían estarse pudriendo debajo de éstas
Recientes estudios sobre el coronavirus han informado sobre algunos nuevos síntomas, por ello, es importante seguir las recomendaciones de las autoridades de salud para evitar la propagación del virus.
Al respecto, un tema importante que sobre todo las mujeres deben tomar en cuenta es que pintarse y morderse las uñas podría fomentar el contagio del Covid-19.
El doctor Carlos Morales, dermatólogo de Grupo Pedro Jaén, explica que “las lacas de uñas son más porosas que la propia cutícula, por lo que al resquebrajarse el esmalte se podrían acumular más partículas víricas en las grietas”.
Si las uñas pintadas se ensucian dan mal aspecto y se verán mal si ha quedado algo de suciedad entre ellas y los dedos.
Por ellos, el médico recomienda solo utilizar una base endurecedora para que las uñas tomen un descanso de tanta manicura, asimismo, advierte que “llevar las uñas pintadas dificulta la medida de la saturación de oxígeno en la sangre de forma no invasiva, en caso de necesitarlo.
Cabe resaltar que la parte inferior de las uñas son un espacio de cultivo para las bacterias, por ello es sumamente importante cumplir con la higiene adecuada en las manos.
Esto implica prestar especial atención a las uñas desinfectando completamente la zona que hay entre ellas y la piel de los dedos, y lo más importante, no moderlas para evitar tragar algún bacteria o virus.
Al tener las uñas ligeramente largas, las personas tienen lo que los expertos llaman borde libre, “los virus y las bacterias pueden prosperan en un ambiente cálido y húmedo, como debajo de las uñas”, precisa el doctor.
Aunque no es peligroso llevar las uñas largas, es esencial lavar y desinfectar la zona con un cepillo específicamente para limpiarlas, usando agua y jabón, o bien, con un cepillo dental que sea utilizado solo las uñas.
El dermatólogo resaltó que es normal que las personas en aislamiento perciban un aumento de estrés y ansiedad, lo que conlleva a morderse las uñas más de lo habitual aun cuando están en proceso de rehabilitación.
Esta práctica puede aumentar el riesgo de contraer el virus, pues prácticamente es meterse a la boca las bacterias que podrían estar pudriéndose debajo de la uña, sin dejar de lado que las cutículas pueden inflamarse y ocasionar pequeñas heridas que pueden sangrar, lo que implica también el riesgo de contraer alguna infección, compartió Mujer Hoy.
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