El nuevo avión presidencial Boeing 787-8 ha sido motivo de polémica debido a su costo, que alcanzó los 218.7 millones de dólares y cuyo pago será realizado a través de un arrendamiento entre Banobras y el Gobienro Federal… a 15 años.
Peña Nieto encargó un estudio para determinar la viabilidad de vender o quedarse con la aeronave, mismo que concluyó que de venderse a una línea aérea se tendría una importante pérdida respecto al valor de compra.
“El consultor estima que, si se vendiera a alguna aerolínea comercial, su venta podría representar una pérdida de más del 58% de su costo (128.2 millones de dólares)”. Además, “el equipo fue adquirido a un precio muy atractivo (…) con un descuento de 42.7%”, indica.
Fuente: CNN
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