Cuando una persona experimenta la fase aguda de una emoción es menos inteligente, pues la emoción disminuye la corteza prefrontal, la zona del cerebro que evalúa y pondera la generación de éstas, explica el neurofisiólogo, Eduardo Calixto González.
Además, detalló que las emociones duran 25 minutos, tiempo durante el cual el cerebro libera dopamina aletargando la conciencia real; por ello, a menudo las personas se acuerdan de cosas insignificantes, pierden el contexto y reaccionan de forma inmediata, tomando a veces malas decisiones.
“Si supiéramos que los elementos son cortos y que el cerebro los atenúa no haríamos tantos enganches emocionales con mucha de nuestra cotidianeidad”, afirmó.
A pesar de esto, “el cerebro aprende con mayor eficiencia con dolor que con un éxito consumado”.
Debido a esto, las emociones negativas son las que más enseñan y capacitan al cerebro a disminuir una emoción, para que cuando se experimente en el futuro, ésta sea de menor intensidad.
Por otro lado, Calixto González comenta que en la sociedad hay aspectos reforzadores negativos que son eficientes para generar conductas de dolor, ya que culturalmente se asocia la generación de dolor con placer.
Fuente: La Jornada
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