Morelia, Michoacán.-Según el informe de la Fundación Vortex “Sharp Around the Edges: A comparative analysis of Transnational Criminal Networks on the Southern Borders of NAFTA and the EU” las organizaciones criminales en México se han beneficiado de la desventaja de México en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la economía de libre mercado.
Para su autor Iñigo Guevara Moyano, escritor e investigador especializado en asuntos de seguridad nacional y defensa en México y América Latina, el hecho de que México sea el país menos poderoso en ese acuerdo comercial, así como su colindancia con los Estados Unidos han abonado al desarrollo de los cárteles del crimen organizado.
Esto, tras realizar una comparativa con Bulgaria, país más débil de la Unión Europea y el cual también vivió una crisis de seguridad producto de la presencia de grupos criminales. Ambos países han generado condiciones en donde la débil aplicación de la ley y la situación social y geográfica permiten que la población sea permeada por la delincuencia.
Como señala su informe, los grupos criminales en Bulgaria y México pasaron por similares procesos de desarrollo, auspiciados por regímenes autoritarios y posteriormente ganando más poder durante las transiciones democráticas gracias a las políticas de libre mercado.
Prueba de ello, ejemplifica el informe, es que en México el cártel del Golfo, entre otros, ganaron poder mientras el país abría su economía a mayor comercio e ingresaba mayor inversión extranjera, así como, en la medida que el Partido Revolucionario Institucional perdía control autoritario en el país.
Comparativamente, en el caso de Bulgaria, las mafias creadas en los años setenta construyeron sus redes de contrabando bajo la mirada de un gobierno comunista, y posterior a la caída del régimen, las empresas que comerciaban para el gobierno internacionalmente iniciaron el contrabando de drogas, armas y otros productos ilegales.
De la misma forma, ante la ausencia de un régimen autoritario en México, los grupos criminales despegaron con la ayuda de las relaciones comerciales internacionales propiciadas por una economía liberalizada, es decir, por la políticas neoliberales.
Guevara Moyano, señala a través de este paralelismo que las organizaciones criminales en México podrían ser pacificadas como las búlgaras, que tras ser una amenaza para la seguridad nacional del país europeo pasaron a constituirse en empresas de seguridad privada y empresas de seguros.
Como indica el informe, estas empresas continuaron utilizando la violencia como herramienta para intimidar y extorsionar a los comercios legales, y el autor entiende que de esa forma se ha aminorado el daño a la sociedad, señalando que no es una solución ideal pero sí una que permite cierta pacificación, pues considera mejor una empresa corrupta de seguridad que un cartel como el de los Zetas o Caballeros Templarios.
Al respecto, el sitio digital Insight Crimes realiza un análisis sobre esta posibilidad, el cual señala, se ha puesto en marcha ya con la institucionalización de los grupos de autodefensa como policías rurales en Michoacán.
Determinación, la cual indica el análisis, no ha sido un éxito, puesto que existen elementos y agrupaciones que fueron excluidos de la Policía Rural y que continúan operando en la región, aún tras la detención de José Manuel Mireles.
Así como la conformación de otros grupos armados provenientes de las milicias de autodefensa como el cartel de la Tercera Hermandad o “H3” sin que la forma de operar, por parte de esta agrupación, sea evidente, lo cual no descarta la preocupación de que su pertenencia a la Policía Rural sea una fachada para la realización de actos criminales.
Esto, tentados por el negocio lucrativo de la cocaína, del cual México es líder exportador a Estados Unidos, que genera hasta 29 mil millones de dólares al año, sin contabilizar el mercado europeo y asiático, y sumado a otras actividades criminales altamente rentables en el país como la minería ilegal y la extorsión.
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