Su caso se viralizó tras difundirse una fotografía de una factura de cero libras que le cobró a una anciana
Expresó su deseo de que su compañía tenga un giro estatal o reciba algún tipo de financiamiento por parte del gobierno
Un plomero de 52 años de edad, en Burnley, Lancashire, Reino Unido, casi se fue a bancarrota luego de realizar más de tres mil trabajos a ancianos de pocos recursos y no cobrarles.
Se trata de James Anderson, cuyo caso se viralizó tras difundirse una fotografía de una factura de cero libras que le cobró a una anciana de 91 años de edad, quien le instaló una nueva caldera.
“Estaba a punto de derrumbarse todo, pero decidí continuar con la lucha”, aseguró Anderson, quien dirige una empresa de fontanería sin fines de lucro, informó RT.
“Me encantaría que hubiera una línea de ayuda a la que cualquier persona mayor de 65 años o discapacitada pudiera llamar y recibir fontanería gratuita”, explicó el hombre.
Por ello, el altruista expresó su deseo de que su compañía sea tenga un giro estatal o reciba algún tipo de financiamiento por parte del gobierno.
“Llamada por caldera de alta presión y dos fugas… la mujer tiene 91 años y una leucemia aguda […] Sin coste para esta dama bajo ninguna circunstancia. Estaremos disponibles las 24 horas para ayudarla y mantenerla lo más cómoda posible”, se señaló en la factura que hizo famoso a Anderson.
He went viral when he didn’t charge a dying 91-year-old for fixing her boiler, but he’s spent way more than he can afford because he doesn’t want to see people suffer.https://t.co/VKn03Nzz73
— LADbible (@ladbible) September 18, 2019
El hombre detalló que acudió al domicilio de la anciana después de que la hija de ésta informara que su madre no tenía sin agua caliente.
“Mientras esté con nosotros recibirá servicios de calefacción y fontanería gratuitos de por vida”, prometió Anderson, quien aseguró que la anciana era “una mujer encantadora”.
El plomero relató que empezó con su actividad altruista luego que se dio servicio a la caldera de un anciano, quien le había pedido una segunda opinión, ya que otro fontanero le estaba cobrando seis mil 800 dólares por una nueva.
Sin embargo, después de revisar la instalación se dio cuenta que sólo necesitaba ser reparada.
“Me di cuenta de que muchas personas, ancianos y discapacitados, están siendo estafados”, dijo Anderson.
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