El adolescente vendía droga y presumía que tenía el respaldo de un cártel trasnacional
“Que no se quiera sentir muy v**** el hijo de p***”, indicaba el mensaje que colocaron en el cuerpo del joven
Luego de jugar a ser narcotraficante, un menor de 14 años de edad fue golpeado y amenazado presuntamente por el Cártel de Tláhuac.
Según información de El Universal, el adolescente vendía droga y presumía a sus compañeros en la escuela secundaria en la que estudiaba que tenía el respaldo de un cártel trasnacional.
El joven se autodenominaba “El Junior”, a quien le adjudicaban ser el “bueno” en la alcaldía Tláhuac, rumor que fue creciendo hasta llegar a oídos del de los verdaderos narcotraficantes.
Los criminales se dieron a la tarea de investigar al menor, y cuando descubrieron que todas sus historias eran mentira lo golpearon a manera de represalia.
Incluso, descubrieron que las pequeñas dosis de marihuana y cocaína que revendía en la secundaria se las compraba a un conocido.
Fue la tarde de este miércoles cuando un comando levantó a “El Junior” al salir de la escuela. Tras golpearlo, lo envolvieron en plástico transparente, le colocaron una bolsa amarilla en la cabeza y lo dejaron en la puerta de su casa.
“Que no se quiera sentir muy v**** el hijo de p***”, indicaba el mensaje que colocaron en el cuerpo el joven, mismo que fue firmado con las iniciales SP, NK, RF, y CDT.
Las autoridades adjudican los hechos al Cártel de Tláhuac, que fue observado por varios vecinos de la colonia Granjas, al sur de la Ciudad de México, y quienes reportaron la situación al 911.
Aunque elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana arribaron al domicilio del joven, éste ya había sido trasladado por sus familiares al Ministerio Público.
La víctima explicó la situación a las autoridades y el padre del menor ratificó la versión. El hombre también aseguró que se desempeña como empleado común sin lujos y que no tienen relación o nexos con delincuentes.
El señor aseguró que no quería problemas y luego de corroborar que su hijo sólo estaba golpeado, se lo llevó sin interponer denuncia alguna y sin que el menor declarara.
No obstante, la procuraduría capitalina ordenó indagar el entorno familiar del joven y vigilar la zona, la cual no cuenta con cámaras de vigilancia, por lo que se desconoce las característica de los agresores.
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