Desde el pasado domingo, 30 exbraceros y sus familiares se instalaron en un plantón permanente frente a la puerta de la Casa Blanca de Angélica Rivera y el presidente Enrique Peña Nieto.
Originarios de Zacatecas, Jalisco, Hidalgo, Michoacán, Durango, Aguascalientes, San Luis Potosí, Chihuahua, Oaxaca y Querétaro, los exbraceros y familiares de los que ya murieron exigen la asignación de mil 523 millones de pesos para el apoyo social que años atrás el Gobierno federal le prometió a 40 mil 87 extrabajadores que participaron en el Programa Bracero en el siglo pasado.
“Venimos a la casa del presidente a ver si le da vergüenza vernos aquí y ya nos da nuestro dinero”, dijo María de los Ángeles García.
Una segunda demanda es la elaboración de un programa de pago de la deuda que el gobierno mexicano tiene con los que en su juventud se fueron a trabajar a los campos de Estados Unidos.
Como tercera demanda, exigen que se abra un nuevo padrón para incorporar a todos los extrabajadores que no se inscribieron en el programa y solicitan la reinstalación de la comisión especial en el Congreso de la Unión para dar seguimiento al caso
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