Theresa May vuelve a la carga, por cuarta vez, con la aprobación de su plan de salida de la Unión Europea. La primera ministra británica busca soluciones con el líder de la oposición, el representante del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, para intentar pactar el divorcio entre Londres y Bruselas. Pero en ninguna de las reuniones con Corbyn se ha llegado a algún tipo de acuerdo: por lo que May va a proponer de nuevo al Parlamento británico la aprobación de su plan del Brexit a principios del próximo mes.
May ya ha intentado esto antes en el Parlamento británico: y las tres veces que lo ha hecho no han sido muy satisfactoria para la conservadora. El acuerdo de May con la Unión Europea fue rechazado por la mayor de la Cámara de los Comunes, ya que no fue aceptado por la oposición ni tampoco por parte del partido político de May, los conservadores. May y Corbyn intentan encontrar una forma con la que el Reino Unido deje de formar parte de la Unión Europea consiguiendo una mayoría parlamentaria, pero por ahora no lo han conseguido.
La fecha para el divorcio entre Londres y Bruselas estaba fijada para el pasado marzo, pero llegada la fecha, no había acuerdo: lo que llevó a una nueva prórroga del Brexit, fijada para el 31 de octubre. Más de 5 meses tienen de margen la UE y el Reino Unido. Por su parte, Theresa May se ve presionada para encontrar el plan de separación que beneficie a ambas partes y que tanto su partido como la UE acepten.
De otro lado, las elecciones a la Unión Europea están a la vuelta de la esquina: el partido de Theresa May, los conservadores, tienen muchas papeletas de salir perdiendo de estas elecciones. En cambio, el nuevo partido fundado por Nigel Farage, el Partido del Brexit, se está haciendo un hueco cada vez más grande entre los ciudadanos: este partido busca un divorcio entre Londres y Bruselas inmediato.
Según el Gobierno británico, si el Parlamento acepta su plan del Brexit en las próximas semanas, habrá tiempo suficiente de legislar la salida de la Unión Europea durante las siguientes semanas, evitando, por tanto, que los 73 europarlamentarios británicos consigan sus escaños en Estrasburgo.
Desafortunadamente, todavía hay asperezas que limar entre conservadores y laboristas. Estos últimos quieren que haya una unión aduanera de forma permanente después de la separación, y no rechazan la idea de convocar un referéndum posterior. Los conservadores, por su parte, no están de acuerdo con estas peticiones.
La libra esterlina no pasa por su mejor momento en el trading como consecuencia de la falta de acuerdo. Los inversores de trading abandonan la libra y se centran en otros instrumentos, como el petróleo (CL). Sin embargo, la situación podría cambiar para la libra en el trading: tanto si el Reino Unido se queda en Europa como si se consigue un pacto con el que ambas partes estén contentas.
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