En medio de Lima, Perú, un muro de 10 kilómetros de largo ha sido levantado para dividir a los ricos de los pobres con el argumento de disminuir de la inseguridad.
“¿Qué el muro es discriminatorio? Todo el mundo tiene derecho a cercar su propiedad privada para protegerla. Además, siempre ha habido una relación de vecinos con los del otro lado. Mi empleada y mi jardinero son de allá”, dijo Elke McDonald, residente del lado más acomodado desde 1958, a la BBC.
Este muro empezó a construirse en los años 80 para que las personas de clases alta pudieran delimitar Las Casuarinas, la zona exclusiva donde viven. Ahí una casa puede costar más de 5 millones de dólares.
Mientras que en el otro lado, el de los más pobres, una casa armada con plásticos y madera puede costar menos de 300 dólares.
“Como Las Casuarinas era una propiedad privada, decidimos que era mejor delimitarla y financiamos una parte del muro. Es una realidad que en Perú tenemos que protegernos de las invasiones, no necesariamente de los vecinos”, alegó McDonald.
La última parte de esta construcción fue edificada hace 3 años.
“Lamentablemente el Perú no es el país más seguro del mundo. Para vivir en un sitio que ofrezca seguridad, es necesario tener un muro”, dijo Joaquín Valdez, otro residente de Las Casuarinas.
Flor Quinteros, pobladora de Vista Hermosa, el barrio pobre, niega que ellos vayan a robar al otro lado y cree que el verdadero motivo de que exista el muro es que no se vean sus “chozas” y afirma que esa barrera es discriminatoria.
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