Los presuntos responsables de haber desaparecido a los 43 normalistas de Ayotzinapa fueron torturados para adjudicarse estos hechos en los que se basa la “verdad histórica” de la PGR.
Según el gobierno federal, uno de los principales operadores del grupo criminal Guerreros Unidos en Cocula, Guerrero, es Patricio Reyes Landa Salgado. La realidad es que se trata de un albañil tan pobre que su familia recibe fondos de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), dice un reportaje de la revista Proceso.
Reyes Landa fue señalado por la PGR, entonces dirigida por José Murillo Karam, como responsable del asesinato y cremación de los 43 normalistas de Ayotzinapa en el basurero del cercano municipio de Cocula.
Junto con él, otros tres trabajadores de construcción fueron responsabilizados del supuesto incendio.
Sin embargo, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos informó que en realidad la cremación de la “verdad histórica” nunca ocurrió.
Ahora se sabe, por el examen médico practicado en la PGR a Rodríguez Salgado y los testimonios de sus familiares, que los albañiles fueron torturados. En sus conclusiones, el GIEI, basado en un peritaje forense independiente, concuerda: quienes “confesaron” el asesinato y cremación de estudiantes fueron coaccionados mediante tortura.
La PGR afirmó en noviembre de 2014 que Reyes Landa, Osorio y García Reyes confesaron haber triturado los restos de los estudiantes y haber metido sus cenizas en bolsas que dejaron o vertieron en el río San Juan.
En realidad ninguno de ellos declaró eso. Según lo prueban sus declaraciones ministeriales –de las cuales se tiene copia–, ese argumento fue inventado por la PGR.
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