Actualmente, la innovación tecnológica está en todas partes: desde un pequeño gadget o un aparato electrónico de uso doméstico, hasta complicados softwares y maquinarias aplicados en la operación de todas las industrias. La ciencia y la tecnología se han convertido en una turbina para el desarrollo y aplican a todos los aspectos de la vida cotidiana: desde una simple rueda hasta el chip más sofisticado o el nanomaterial más novedoso.
En México, sin embargo, el Gobierno de Enrique Peña Nieto se ha rezagado en sus compromisos para impulsar la ciencia y la tecnología, o “la economía del conocimiento”, como le gusta llamarlas. Esto deja a la Nación lejos de la posibilidad de convertirlas en un motor real del desarrollo económico y social, como sucede en otros países.
De acuerdo con investigadores, académicos y expertos en el tema, el presupuesto se sigue desperdiciando en salarios de burócratas, mientras que, por la falta de enfoque y el desdén del Gobierno, la infraestructura y la generación de científicos en México va en declive.
Fuente: Sin Embargo
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