Victoriana Jaime Nieto, de 93 años de edad, logró terminar sus estudios de nivel secundaria y dice que estudiará hasta donde la vida le permita.
“Me siento muy bien, le doy gracias a mi maestra. A Dios le pido que se me graben los quebrados; me da trabajo. Le di gracias a Dios porque yo me sentí impotente, pero había personas que me ayudaron mucho. Por eso pasé, por las personas que me ponía la maestra y que me ayudaban. Yo solita no podía”, dijo al diario El Universal.
La abuelita fue la única de 11 hermanos que no pudo estudiar ya que su familia fue desplazada del rancho donde vivía para después habitar en unas cuevas del municipio de Amacuzac, en los límites de Guerrero.
Ahora en su vejez, Victoriana agradece a Dios y promete: “Voy a seguir estudiando hasta donde yo pueda”, y su siguiente meta es el bachillerato.
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