Finalmente decidieron desistir
La Casa Blanca no dio respuestas detalladas sobre estos planes
Para planear un golpe de estado contra Nicolás Maduro, funcionarios de la administración de Donald Trump se reunieron secretamente con militares venezolanos, pero al final decidieron ya no proceder.
Servidores públicos estadounidenses anónimos y un excomandante militar venezolano que participó en las conversaciones secretas, revelaron que los planes se estancaron, publicó The New York Times, citado por Milenio.
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La Casa Blanca rechazó dar respuestas detalladas cuando se le cuestionó sobre estas reuniones; sin embargo, hizo énfasis en la importancia de “dialogar con todos los venezolanos que demuestren un deseo de democracia”.
Luego de que el pasado 4 de agosto, drones cargados de explosivos estallaron cerca de Maduro, el mandatario culpó a Estados Unidos, Colombia y a sus enemigos domésticos.
El Departamento de Estado condenó la “violencia política”; sin embargo, denunció que el gobierno venezolano llevó a cabo detenciones arbitrarias y confesiones forzadas de sospechosos.
Por su parte, John Bolton, consejero de seguridad nacional de Estados Unidos, aseguró que “no hubo participación del gobierno de los Estados Unidos” en el incidente del 4 de agosto.
En agosto de 2017, medios aseguraron que Trump preguntó a sus asesores sobre las posibilidades de que Estados Unidos invadiera Venezuela.
Por esas fechas también dijo que no dejaba de lado una “opción militar” para terminar con la crisis en el país de Sudamérica.
La situación económica de Venezuela ha provocado a una grave escasez de alimentos y medicinas.
Maduro ha culpado a Estados Unidos de muchos de los problemas que atraviesa Venezuela.
El que Trump haya considerado respaldar un intento de golpe de Estado seguramente servirá para aumentar tales señalamientos, sobre todo si se toman en cuenta las intervenciones secretas de Estados Unidos en América Latina.
Mari Carmen Aponte, una de las principales diplomáticas de Estados Unidos en asuntos latinoamericanos durante la gestión del expresidente Barack Obama, afirmó al New York Times que “esto va a aterrizar como una bomba” en la región.
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