En la comunidad científica no existe un consenso sobre la cantidad idónea de Omega 3 que debe consumir una persona
Un estudio reciente señala que los suplementos de Omega 3 no tienen ningún beneficio ante el riesgo de sufrir una enfermad cardíaca o un accidente cardiovascular.
La organización sin ánimo de lucro Cochraen, que reúne a investigadores sobre ciencias de la salud de 90 países, llegó a esa conclusión tras analizar 79 ensayos clínicos realizados a más de 110 mil personas.
El estudio evaluó los efectos del consumo de grasas Omega 3 suplementarias en pacientes y personas sanas de América del Norte, Europa, Australia y Asia, los cuales han revelado que la posibilidad de obtener algún “beneficio significativo” se reducía a uno de cada mil casos.
Los investigadores creen que el único efecto de aumentar el Omega 3 de cadena larga es una probable reducción de triglicéridos y colesterol HDL en sangre. La disminución de los primeros puede ayudar a proteger de enfermedades cardíacas, si bien agotar el HDL tiene el impacto contrario
Los resultados arrojaron que el riesgo de muerte por cualquier causa fue del 8,8 por ciento en las personas que aumentaron su ingesta de Omega 3, en comparación con el 9 por ciento en las personas de los grupos de control, informó El Confidencial .
Al respecto, la doctora Lee Hooper, de la Universidad de East Anglia, en Reino Unido, uno de los principales autores del estudio, señaló lo siguiente: “Estamos seguros de que nuestros hallazgos van en contra de la creencia popular de que los suplementos de Omega 3 en cadena larga protegen el corazón. Esta gran revisión incluye información de miles de personas durante largos períodos y, a pesar de ello, no vemos ningún efecto que proteja de enfermedades cardiovasculares”.
Sus análisis sugieren, además, que consumir productos que contienen Omega 3 del tipo ALA (ácido alfa-linolénico) tampoco tiene ningún efecto en la prevención de muertes por enfermedades cardiovasculares o apoplejías, si bien puede reducir levemente el riesgo de “irregularidades cardíacas del 3,3 al 2,6 por ciento.
No obstante, la investigación no reniega del consumo de alimentos naturales ricos en Omega 3 como el pescado, las espinacas o el aguacate, que tienen múltiples efectos positivos para el organismo.
En la comunidad científica no existe un consenso sobre la cantidad idónea de Omega 3 que debe consumir una persona, en tanto que depende de varios factores: la edad de la persona, sus hábitos alimenticios y qué tipo de Omega 3 (EPA o DHA) se está consumiendo.
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