Desde 1911 no ocurre un sismo de consideración en la Brecha de Guerrero
“La lógica indica que tarde o temprano habrá uno (sismo)”, advirtieron los especialistas
Investigadores del Centro de Geociencias (CGeo) y del Instituto de Geofísica (IGf) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) podrían haber descubierto la razón que ha evitado un “gran sismo” proveniente de la Brecha de Guerrero, igual o peor al que sacudió la Ciudad de México en 1985.
Los expertos sostienen que la capa de gabro (roca ígnea) en la base de la placa Norteamericana es poco permeable y no permite el paso constante de agua. Por ello, cuando la placa de Cocos entra por debajo de ella y libera fluidos, estos quedan atrapados, generando una menor fricción y evita la acumulación de energía.
Los especialistas se dieron a la tarea de estudiar más a fondo está región, que abarca de Acapulco a Zihuatanejo, luego de darse cuenta que desde 1911 no ocurre un sismo de consideración en la Brecha de Guerrero.
Se percibe sismo en la CDMX; el epicentro fue en la Benito Juárez
“La lógica indica que tarde o temprano habrá uno. Hemos hecho estudios y descubrimos que en el pasado hubo vulcanismo por largo tiempo, mucho más que en el resto de la costa del Pacífico”, comentó Luca Ferrari, investigador del CGeo de la UNAM, en Juriquilla, Querétaro.
El especialista puntualizó que en la zona se registró actividad volcánica constante por casi 40 millones de años, y como evidencia hallaron rocas de los periodos Cretácico, Paleoceno, Eoceno y Oligoceno, de las cuales son gabróicas, equivalentes de los basaltos que se forman de coladas de lava, pero cristalizadas a profundidad.
“Cuando presenté los resultados en el Instituto de Geofísica, Allen Husker se interesó y decidimos explorar cuál era la razón de esta coincidencia”, detalló Ferrari.
Los resultados de estas investigaciones fueron publicados en la prestigiada revista Geology y retomadas por el semanario Proceso.
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