AMLO le leyó la cartilla a los gobernadores, diputados y senadores electos de su coalición.
Se reunió con ellos para hablar sobre las propuestas de cara al cambio de gobierno y propuso tipificar como grave el robo por parte de un funcionario público.
El problema no es lo que los diputados y senadores gasten, sino que lo cargan al erario público. Millones y millones de pesos gastados en tonterías, porque en este país, robar no es delito grave.
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