El vanadio es un metal de transición que se respira en la ciudad de México, sobre todo por la combustión de automotores, el cual puede ocasionar daños en los ojos, hígado y corazón, alertaron científicos de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
El equipo de investigadores corroboró que ratones que inhalan este elemento en concentraciones similares a la población expuesta sufren alteraciones en los sistemas respiratorio, nervioso, inmune, aparato reproductivo y órganos como hígado, corazón y ojo.
De acuerdo con un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el vanadio es un metal de transición que abunda en el petróleo mexicano, venezolano y kuwaití.
Sin embargo, los investigadores no solo encontraron efectos dañinos en este elemento, sino que puede ser un agente potencial terapéutico en enfermedades como la diabetes y el cáncer, así como un eficaz espermaticida.
El modelo animal con el que trabaja la especialista de la FM, Teresa Imelda Fortoul y su equipo consiste en exponer a los ratones a la inhalación de ciertas concentraciones de pentóxido de vanadio.
También, en ciertos casos se les administra antioxidantes para probar su eficiencia en la mitigación del daño causado por este metal.
Otro hallazgo en un modelo de cáncer pulmonar por uretano (presente en el cigarro) es que en lugar de incrementar el tamaño de los tumores se registró una disminución, por lo que este metal tuvo un efecto antineoplásico.
El vanadio también afecta al sistema nervioso central, ya que produce muerte neuronal, pérdida de espinas dendríticas y de neuronas del bulbo olfatorio, alteraciones en el olfato y en la memoria espacial.
Otro sistema afectado por ese elemento es el reproductor, pues al investigar en un testículo de ratón se detectó alteración en las células de Leydig, productoras de la testosterona, y menor generación de espermatozoides.
Lo anterior ocasiona disminución de la fertilidad o, en caso de haber fecundación, se presenten anormalidades como menor peso al nacer e incluso la muerte de embriones y fetos.
A su vez, en el ojo, el vanadio causa estrés oxidante en la retina y afecta a los fotoreceptores, pues disminuye la cantidad de rodopsina, fotopigmento que capta la luz.
Los investigadores, que estudiaron durante más de 20 años este elemento, indican que las concentraciones del vanadio aumentaron en la atmosfera, pero no hay un monitoreo por parte de las instancias oficiales encargadas de esta función.
Por lo que piden comenzar a promover en el gobierno la necesidad de una norma oficialpara este elemento. También, mencionaron que las empresas deben adoptar sistemas limpios de producción que generen menor contaminación.
(Con información de Notimex)
Sé parte de la conversación