En la Montaña de Guerrero hombres pagan hasta 180 mil pesos por casarse con adolescentes
Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan recibe decenas de casos de niñas y mujeres que desean escapar de matrimonios arreglados
Metlatónoc es un municipio ubicado en la montaña de Guerrero, el cual desde hace años se ha caracterizado por la venta de mujeres, principalmente adolescentes, con motivos matrimoniales.
Las condiciones económicas que rodean a la comunidad han favorecido esta práctica, pues el Metlatónoc es el segundo municipio con el índice de desarrollo humano más bajo de América Latina, y el quinceavo lugar entre los más pobres, a nivel nacional, de acuerdo con el Coneval.
Una publicación de El Universal detalla que los varones de dicha comunidad llegan a pagar hasta 180 mil pesos por una adolescente. O bien, son los propios padres quienes pagan esta cantidad para que sus hijos tengan una esposa virgen y menor de 15 años.
El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan asegura que en los últimos 17 años, unas 300 mujeres han tenido que casarse bajo estas condiciones. Sin embargo, no se cuentan con cifras exactas, sólo se sabe que Cochoapa el Grande y Metlatónoc son los lugares donde esta práctica se realiza con mayor frecuencia.
La abogada Neil Arias asesora desde esta ONG a mujeres que quieren romper con esta práctica, sea porque están en matrimonios que fueron arreglados mediante acuerdos monetarios y son violentadas o porque no quieren casarse bajo estas condiciones.
“En estos años he mediado en más de 100 casos con los padres para que cambien de parecer. Desde que se creó Tlachinollan, hace 23 años, se registró este fenómeno”, dice.
Aunque realiza su labor mediadora en las oficinas de la organización, no se sabe si el objetivo se logra y se desconoce cuántos matrimonios acaban consumándose con arreglo monetarios y cuántos siguen las recomendaciones de la ONG.
Si bien la práctica es una costumbre entre los pueblos indígenas, ésta ha perdido su esencia y termina en un intercambio comercial que atenta contra el cuerpo y la dignidad de las mujeres, detalla Tlachinollan en su informe anual 2017.
Niñas y mujeres acuden a Tlachinollan en busca de ayuda para evitar matrimonios arreglados y denuncian que son tratadas como objeto, como propiedad del esposo, quienes se sienten con derecho para abusar de ellas tras haber pagado.
Las autoridades municipales de las comunidades están al tanto de esta práctica, la cual se encuentra tan arraigada que incluso participan de ella y respaldan los castigos para aquellas mujeres que se niegan a ir con su esposo una vez pagada la suma acordada ,o bien, castigan a los hombres que se niegan a pagar una dote por una joven.
Abundan los casos de mujeres encarceladas por huir de sus casas, al igual que los casos de parejas detenidas porque deciden casarse por voluntad propia, sin mediar arreglos monetarios que dejen ganancias a las familias de las mujeres en cuestión.
El comisario de Yuvi’ nani, Melitón Hernández asegura que las familias hacen prácticamente lo que sea con tal de conseguir el dinero de la dote y que su hijo “no se les quede”.
En la comunidad, todos tienen que pagar si quieren una esposa joven, relata el comisario, y para ello venden sus animales, sus tierras, existen quienes incluso siembran amapola para obtener buenas ganancias.
Asegura que se ha querido reglamentar el pago de la dote, sin embargo las iniciativas no han prosperado. No obstante las autoridades y organizaciones continúan realizando labores para hacer conciencia entre la población.
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