Periodistas muestran la facilidad con la que se pueden comprar piezas humanas
Este tipo de transacciones son posible debido a que no existe una ley que las regule
The body trade (El mercado de los cuerpos) es una serie de reportajes publicada por agencia de noticias Reuters, la cual destapa el multimillonario negocio de la venta de órganos y tejidos humanos para su uso en investigación, educación y entrenamiento de profesionales.
Brian Grow y John Shiffman, autores del trabajo, han investigado a las empresas que se dedican a diseccionar y vender los cadáveres donados a la ciencia, muchas veces sin el conocimiento de sus familiares.
Esta venta se realiza a través de “body brokers”, que son bancos de tejidos que actúan como intermediarios entre los donantes y los compradores. Estos bancos suelen adquirir de manera gratuita cuerpos donados a la ciencia, mismos que trocean y venden por partes por cientos o incluso miles de dólares.
Esto es posible debido a que esta venta no es ilegal, pues carece de una regulación específica y deja muy abiertos a la interpretación de las empresas los límites éticos de su negocio.
De acuerdo con la publicación de El País, Brian Grow decidió probar la facilidad con la que se puede realizar este tipo de compras y adquirió dos cabezas humanas y un segmento de espina dorsal de una de estas compañías tras apenas un breve intercambio de correos electrónicos.
Por seguridad y por ética, el periodista realizó toda la transacción con la supervisión de dos expertos en donación y por 400 dólares, compró el segmento de espina dorsal incluyendo el envío a su domicilio, además de dos cabezas por 300 dólares cada una.
“Cualquiera podría haber comprado estos especímenes y se los habrían enviado a casa para hacer lo que quisiese con ellos”, dijo uno de los expertos.
Con la ayuda de un forense, el reportero averiguó el nombre del difunto del que provenía la espina dorsal, encontró a su familia y realizó un test de ADN. Los padres de Cody Sanders, que murió a los 24 años y sufría un complejo síndrome desde su nacimiento, no sabían que la empresa a la que donaron su cuerpo iba a beneficiarse de la donación, ni hasta que extremo iba a ser troceado y vendido el cuerpo de su hijo.
La serie de reportajes denuncia cómo varias familias proporcionan, sin saberlo, la materia prima de este negocio que aún no está regulado en EU.
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