Por Pablo Montaño
Cansado de escribir de la realidad política y seguro con algunos cansados de leerme; haré un intento de ver a México desde el universo de Game of Thrones (GoT) (o Juego de Tronos, para los que lo ven en España) y quizás distraernos un poco. Sobra decirlo, pero si no siguen la serie, esta columna no les hará sentido alguno. En serio, mejor dediquen su tiempo a otra cosa. Para el resto, dos cosas: una, no diré spoilers (creo) y dos, ténganme paciencia, como bien saben, el mundo de personajes en ambos escenarios resulta interminable.
En fin, podemos empatar los dos universos en el momento de sus transiciones; la salida del PRI y la caída de los Targaryen. Esto colocaría al PRI como los Targaryen, no me gusta del todo, pero el paralelismo del control del poder no deja mucha alternativa. En la caída de los Targaryen, los Lannister, quedan bien parados a pesar de su cercanía a la dinastía caída en desgracia, esto nos revela nuestras próximas dos fuerzas políticas, el PAN queda en los Baratheon y los Lannisters, por su doble juego los podemos colocar como el PVEM. La diferencia de poder entre Lannister y PVEM tampoco checa bien, sin embargo, ambos son un clan venenoso que juega por sus reglas y que cambian de bando sin empacho. ¿El PVEM paga sus deudas? Supongo que paga sus multas, con dinero público pero las debe de pagar. En fin, lo más acertado es que el PAN queda como lo que fue: tomaron el poder, no supieron qué hacer con él, se dedicaron a beber, se aliaron con gente que aprovechó su desorientación y sumieron a la región en un círculo de violencia que no parece tener fin.
Esto nos lleva al narco, habrá quien suponga que dada su amenaza y violencia, su paralelo serían los White Walkers (o los Otros o Caminantes Blancos, los frígidos de ojos azules), no coincido. El narco en México, viene de adentro, se trata de gente de nuestro país que ante un clima de desequilibrio político y económico, ha buscado otras salidas. Lo mismo pasa en Westeros (Poniente), el continente es merodeado por bandas de asaltantes y ladrones; en ocasiones estos grupos son confrontados por gente que busca hacerse justicia por su propia mano, algo así como las autodefensas de Mireles (Lord Berric Dondarrion, el resucitado seguidor del dios del Fuego).
Quedan pendientes los White Walkers (Otros), el juego de tronos consiste en que todos los clanes se revientan sus recursos en un conflicto que está dejando devastada la economía y la vida de las personas; más allá de qué familia es qué partido, en México pasa lo mismo, tenemos un conflicto político donde todos creen que llegando al trono podrán poner orden. Ignoran que su voracidad y cortoplacismo es parte del mismo desastre en el que nos encontramos. Paralelamente, existe una gran amenaza que nadie voltea a ver y que encontrará a nuestros lords y ladies discutiendo y peleando. ¿Quiénes o qué es lo que está del otro lado del Muro? Pongamos todo aquello que no estamos atendiendo: el intercambio desigual con EEUU, Trump y su renegociación del TLCAN, la precariedad del campo mexicano, el cambio climático, la falta de seguridad social y la desigualdad rampante que sigue poniendo mexicanos en las listas de los más ricos del mundo y nuestros indicadores de pobreza a la alza. A todo esto, parece que caminamos rodeados por White Walkers (Otros) y a nadie se le ha ocurrido sacar una Macuahuitl (espada azteca de obsidiana) y por ningún lado se ven los Stark. Y no, el Bronco por ningún motivo puede ser Jon Snow, en todo caso puede ser uno de esos clanes traidores del norte.
@Pabloricardo2
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