Una cuenta de Twitter desató un debate en donde muchas personas sacaron a relucir sus prejuicios
Cuando se burlan de las mujeres feministas muchos hombres heterosexuales creen que sólo es una broma, cuando se burlan de las personas homosexuales pasa lo mismo, pero cuando los critican a ellos resulta que sí hay molestia
Por Juventino Montelongo
La cuenta de Twitter Cosas de Heteros (@CosasHetero) inició un debate en dicha red social después de que varias personas se ofendieron por las cosas publicadas ahí.
Esta cuenta se dedica a satirizar las situaciones que generalmente son comunes entre las personas heterosexuales, en especial los hombres. Así, el nombre de esta cuenta de Twitter funciona como un título previo para todas sus publicaciones, como “(cosas de heteros:) odiar a las lesbianas pero prenderse con el porno de lesbianas”, “creer que no puede existir una amistad sincera entre un hombre y una mujer” o “asumir que si a una mujer le gusta el futbol es porque es lesbiana”.
Felicitarse entre ellos cuando gana su equipo de fútbol como si hubieran contribuido a la victoria.
— Cosas de Heteros
(@CosasHetero) May 29, 2017
Saber automáticamente cómo reparar un coche sin haber reparado nunca un coche antes
— Cosas de Heteros
(@CosasHetero) May 27, 2017
Creer que la homosexualidad se quita
— Cosas de Heteros
(@CosasHetero) May 27, 2017
Dichas publicaciones molestaron a decenas de usuarios de Twitter, evidentemente sólo a los hombres heterosexuales, por lo que personas como Álvaro Rivas (@Alvar0sh), quien dijo: “Sigan chingando… luego por eso no los dejamos casarse o adoptar, reconocer a su pareja legalmente, #cosasdehetero es ganar en el sistema”, asumiendo que él es quien decide cuándo sí y cuándo no se deben respetar los derechos humanos.
Sigan chingando… luego por eso no los dejamos casarse o adoptar, reconocer a su pareja legalmente, #cosasdehetero es ganar en el sistema
— Primm Slim (@Alvar0sh) May 30, 2017
Además de él, otras personas mediáticamente más populares también criticaron la sátira de Cosas de Heteros, como el youtuber “Chumel” Torres (@ChumelTorres), quien se quejó por “aguantar” los estereotipos “creados” por dicha cuenta de Twitter.
Sobre sale que “Chumel” Torres se ha caracterizado precisamente por satirizar, criticar y hasta discriminar a diferentes sectores sociales en su cuenta de Twitter y en su programa de internet, al menospreciar a las personas “pobres”, “nacas” o incluso hasta los peatones que no utilizan un puente peatonal, asegurando que si las personas se cruzan corriendo “es un hecho que te voy a echar el carro”.
Comentarios como los de Torres refuerzan la idea planteada por el filósofo Michel Foucault, quien asegura que el poder no sólo es económico o político, ya que este también es ejercido por individuos, grupos u organizaciones sociales. Así, Foucault señala que “el poder está en todas partes y viene de todas partes”, aunque aclara el poder no es algo que alguien posee, sino más bien algo que se ejerce sobre los demás mediante una acción que afecta el actuar de otros.
Este tipo de actitudes buscan la regulación de la conducta, indicó Foucault, quien señaló que en las sociedades modernas las normas sociales no se imponen a la fuerza, sino mediante un tipo de poder que definió como “pastoral”, mismo que busca regular las conductas de una sociedad.
Así, dicho poder busca manipular las actitudes y creencias de las personas a través de cierta clase de discurso que engloba un sistema de creencias que van evolucionando en la misma medida en la que se van aceptando hasta el punto de “definir” qué está mal, qué es normal o qué está desviado.
Además de Foucault, la filósofa, activista y feminista Judith Buttler habla de las concepciones de género que la sociedad ha creado, señalando que “el género no es algo que se es, sino algo que se hace (…), un ‘hacer’, más que un ‘ser'”.
Buttler acusa que por lo general se tiende a creer que el sexo anatómico (hembra o macho) es lo que define al género (homosexual o heterosexual) debido a las normas culturales que se asocian a ellos. Sin embargo, cuestiona la llamada “identidad de género”, señalando que son las cosas que hacemos, nuestros “actos de género” los que en realidad determinan nuestro género o la percepción de nuestro sexo biológico.
La autora de Deshacer el género dice que muchos de nosotros representamos un papel que en realidad ni siquiera existe, ya que no hay un modelo único de lo masculino y lo femenino.
Siguiendo esta línea, Buttler asegura que nuestra identidad sexual no es lo único que conformamos con la repetición de ciertos comportamientos, ya que ello también toca el plano social e incluso político.
Algunos de los “argumentos” que utilizan los críticos de cuentas como Cosas de Heteros, es que “no todos los hombres somos iguales, no generalicen”, lo cual, en realidad, debería plantearse desde la idea de la socióloga transexual R. W. Connell, quien dice que la masculinidad no es algo inmutable, sino una identidad adquirida.
Esto quiere decir que si tú crees que un hombre debe tener barba, medir más de 1.80 centímetros, beber litros y litros de cerveza y disfrutar del futbol cada domingo, sólo estás reforzando un prejuicio que, aunque te parezca inofensivo, muchas veces puede terminar en ilegalidades, desde la discriminación hasta la muerte por homofobia.
Gracias a cuentas de Twitter como @CosasHetero, quienes mediante la sátira buscan visibilizar este tipo de construcciones sociales llenas de prejuicios, es que nos podemos dar cuenta qué tanto camino nos falta recorrer para saber que la equidad de género va más allá de decir: “sí, tengo un amigo homosexual y lo quiero mucho”.
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