(11 de agosto, 2014).- La Reforma energética que hoy se promulgará no obedece al desarrollo de la industria eléctrica y los hidrocarburos nacionales, se supedita a los intereses de Estados Unidos, país que consume más del 20 por ciento de la energía mundial, afirmó en entrevista con Revolución TRESPUNTOCERO el Doctor en Economía, Gonzalo Núñez.
Al igual que Núñez, muchos legisladores y especialistas advirtieron sobre los riesgos privatizadores de la reforma. Sin embargo, la mayoría parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) logró la aprobación a pesar de los muchos inconvenientes que traerá para el país:
1. La nueva ley de órganos reguladores para la industria energética mexicana tendrá la facultad de quitar o imponer contratos a empresas privadas nacionales o extranjeras. Por encima de ellos estará el poder Ejecutivo, quien podrá prescindir del Congreso de la Unión para llevar a cabo dichas funciones. De esa manera, el presidente de la república será el nuevo representante de los intereses energéticos.
2. Se impone una mayor carga fiscal a Petróleos Mexicanos (PEMEX), mientras que establece condiciones ventajosas para las empresas extranjeras, lo que facilita la privatización integral del sector.
3. El Estado asumirá una parte de los pasivos laborales de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a cambio de que ambas empresas estatales apliquen programas de austeridad en el gasto y renegocien con sus sindicatos los contratos colectivos de trabajo.
4. Las obligaciones fiscales aprobadas por el Congreso serán menores a las que se aplican en el mercado mundial, ya que las trasnacionales sólo se pagarán regalías por un porcentaje cercano al 14 por ciento, el cual estará exento de IVA. Además, se podrá deducir costos y mediante la figura de licencias y contratos de producción compartida, el total del crudo extraído podrá quedarse en manos de las empresas.
5. La ley de Hidrocarburos, que delinea todo lo referente a la explotación de yacimientos, es ambigua en lo referente a la preservación de monumentos y sitios arqueológicos e históricos.
6. La Ley de Hidrocarburos atribuye al Ejecutivo la realización de ajustes al Presupuesto de Egresos de la Federación, cuando esa también es facultad de la Cámara de Diputados.
La promulgación, que coloca a Pemex en una competencia desigual con las empresas trasnacionales, generará a la larga que la paraestatal no logre mantenerse sin ayuda de otras empresas, por lo que la publicación de esta reforma fue equiparada al inicio de la extinción de la paraestatal.
Fuente: Revolución 3.0
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