(19 de Julio.2014) Héctor de la Fuente Morales reclama que sus secuestradores estén en libertad después de tenerlo privado por más de 24 horas y haber pedido un rescate de 10 mil dólares a su esposa. Los plagiaros, fueron detenidos minutos después que Héctor lograra escaparse de la casa de seguridad en Tijuana.
La averiguación previa 1852/14/203, está bajo integración por el delito de privación ilegal de la libertad y no por secuestro, ya que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) consideró que durante el ilícito se pidió rescate a su familia.
De la Fuente Morales llegó a Tijuana cuando fue deportado de los Estados Unidos hace casi ocho meses, desde entonces reside en un departamento de la colonia Castillo, donde conoció a René Sánchez Pérez. Aunque su entonces amigo cambió de domicilio a la calle Cañón K de la colonia Altamira, continuaron frecuentándose.
“Hace unos días le había prestado mi computadora laptop a René y le había dicho que quería cruzar de forma ilegal a Estados Unidos, pero que quería algo seguro, para esto me dijo René que él tenía unos conocidos”, explicó Héctor en su declaración ministerial horas después que logró escapar de sus aprehensores.
La tarde del jueves 19 de junio de 2014, acudió al domicilio de René para pedirle le devolviera su computadora. Con él estaban dos sujetos identificados como Duane Ullmann y José Saúl Ríos Hernández, quienes supuestamente le ayudarían a regresar a Estados Unidos con su esposa.
“Al querer hablar con ellos me tumbaron al suelo y me empezaron a golpear diciéndome que les diera el número de teléfono de mis familiares que vivían en Estados Unidos…uno de los individuos me amenazó con una pistola y para esto me esposaron y me taparon la cara con una bolsa”, mientras Héctor hace memoria de los golpes, deja ver las heridas en su cuerpo.
Los delincuentes se comunicaron con la esposa de Héctor y le pidieron 10 mil dólares por el rescate el viernes 20 de junio, según relató en entrevista el ofendido. Por la tarde de ese día fue trasladado a un domicilio en la Zona Norte, ahí paso la noche y el sábado encontró la manera de escapar.
“No sé qué hora era, solo aproveché un descuido de los individuos que estaban en el cuarto cuidándome, ya que al parecer estaban dormidos, y me salí corriendo del lugar, les gritaba a los vecinos que llamaran a la policía”.
Uno de los vecinos llamó al número de emergencia y minutos después una patrulla se cruzó en el camino de Héctor, sin quitarle las esposas lo subieron al vehículo, él los dirigió al domicilio del secuestro y se encontraron con los sospechosos.
Primero fue detenido José Saúl Ríos, posteriormente René y Duane. Unas horas después el agredido rendía su declaración en el Ministerio Público, pero al día siguiente los detenidos estaban en libertad.
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