(09 de diciembre, 2014).- El Gobierno del PRI encabezado por Enrique Peña Nieto, atraviesa una situación de crisis nacional que lo ha expuesto a él y a todo su gabinete. Pese a esto, el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, emitió un mensaje reiterando que los obstáculos de inseguridad y el crimen organizado, “son problemas de Estado, no de gobierno”
En su anuncio durante el desayuno con motivo de fin de año, el mando castrense se refirió a los grandes retos que afrontamos los mexicanos aseverando que “son problemas de todos y solo juntos podremos vencerlos. Son problemas de Estado, no de gobierno”. Ante esto, señaló que por su parte, las fuerzas armadas del país seguirán cumpliendo con lealtad y compromiso sus funciones constitucionales.
Y mientras el jefe de la Sedena omitió en su discurso el asunto del asesinato de 22 personas en el municipio de Tlatlaya, Estado de México, presuntamente a manos de elementos del Ejército Mexicano, éste hizo alusión de manera discreta a la desaparición de los 43 jóvenes estudiantes de Ayotzinapa.
Cienfuegos sostuvo que el año 2014 dejó experiencias tan lamentables como los eventos de Iguala que han conmovido la conciencia y han hecho reflexionar a la sociedad que exige castigo a los responsables de estos incomprensibles acontecimientos y reiteró que ante estos hechos que han cimbrado al país “la mentira, el reproche, la crítica infundada, la violencia y la intolerancia poco abonan”.
No vamos a sustituir las reformas por actos teatrales con gran impacto. No vamos a ceder aunque la plaza pública pida sangre y espectáculo: Aurelio Nuño
Enrique Peña Nieto no deja de ser tema de controversia para algunos medios de gran peso como el periódico español El País. Ahora para rebajar un poco la tensión sobre el caso de la desaparición forzada de los 43 normalistas y el tema de la casa en Lomas de Chapultepec, el jefe del gabinete de Presidencia, Aurelio Nuño indicó que “no va a ceder aunque la plaza pública pida sangre”
En un reportaje con el diario español titulado “México acelera las reformas para desactivar el otoño del descontento”, el representante reconoció que al gobierno federal le “faltó una agenda más contundente en materia de seguridad y de Estado de Derecho (…) Nos quedamos cortos. No vimos la dimensión del problema y la prioridad que debería haber tenido”, señaló.
Aurelio indicó que “la responsabilidad de la herencia recibida es enorme, pero es una herencia de muchas décadas. Pensar que es problema de un gobierno es no entender nada. Iguala es un problema estructural”, aseguró en referencia al gobierno del expresidente Felipe Calderón (2006-2012), que tuvo una política centrada en el enfrentamiento al crimen organizado.
Reconoce que la “estrategia de comunicación no está funcionando” pero dejó en claro que “no vamos a sustituir las reformas por actos teatrales con gran impacto, no nos interesa crear ciclos mediáticos de éxito de 72 horas. Vamos a tener paciencia en este ciclo nuevo de reformas. No vamos a ceder aunque la plaza pública pida sangre y espectáculo ni a saciar el gusto de los articulistas. Serán las instituciones las que nos saquen de la crisis, no las bravuconadas”.
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